Los fruticultores de la Comunidad de Calatayud, una región clave en la producción de fruta de hueso en Aragón, han pasado una de las noches más difíciles a causa de una grave helada. Con torres antiheladas, estufas de parafina y riegos por aspersión, han luchado para proteger sus cultivos de unas temperaturas que, entre la noche del martes y la madrugada del miércoles, descendieron hasta los -3,7 grados centígrados. Alberto Cebrián, agricultor y responsable del área de seguros de UAGA, anticipa que "hay zonas en las que la cosecha será cero".
Esta situación se agrava para aquellos productores que este año no han podido asegurar sus cultivos debido a restricciones impuestas por Agroseguro, que, según denuncias, no ha permitido la contratación de pólizas a agricultores con antecedentes de siniestralidad alta. Cebrián critica esta medida, argumentando que deja a los fruticultores más vulnerables sin cobertura frente a desastres naturales.
Óscar Moret, representante del sector frutícola de UAGA, ha señalado que la falta de acceso a seguros y las inversiones tardías en sistemas antiheladas han llevado a una situación de precariedad para ciertas explotaciones. "El Gobierno de Aragón y Agroseguro tendrá que plantearse si este es el modelo de seguro agrario que queremos en este país", apunta.
Fuente: heraldo.es