El cultivo de bananas en Turquía empieza a ser cada vez más relevante, siendo productores de la mitad del volumen total de consumo interno. Para ello, empresas turcas han tenido que hacer grandes inversiones en Mersin, ciudad donde se concentra la mayor producción, así como el mayor puerto comercial del país. “Estamos progresando mucho en el cultivo de esta fruta, pero aun así nuestros invernaderos no alcanzan a tener la tecnología necesaria para mantener la temperatura, la humedad, etc.”, explica Kerem Baltu, gerente de la empresa Tumen Tarim.
Los nuevos avances para el cultivo de bananas en invernadero “son muy caros”, pues son muchos detalles los que deben actualizarse. A día de hoy, “una hectárea cuesta unos 180.000 dólares, sólo su construcción de invernadero, a ello hay que sumar la tierra, los gastos propios de los cultivos y el salario de los trabajadores”. Sin embargo, se trata de “un buen negocio, pues el gobierno da facilidades con los impuestos, lo que a anima bastante a los agricultores”.
En cuanto al otro 50% de las bananas consumidas en el país, son importadas desde países como Ecuador, Guatemala, Costa Rica, etc. “Mersin es el puerto donde suelen llegar y desde ahí se redistribuye a mercados locales, para el consumo turco, y para otros países como Irán, Iraq o Siria”, explica Baltu. El volumen de importación es considerable, pues empresas como Tumen Tarim compran una media de 60 contenedores semanales para abastecer su consumo y revenderlas.
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