La banana ha sufrido mucho de enfermedades fúngicas que necesitan muchos plaguicidas. El siglo pasado la banana de Gros Michel desapareció debido a la enfermedad de Panamá, ahora la variedad de reemplazo Cavendish está amenazada. Sin embargo, Gert Kema, de Wageningen University & Research, ve futuro para la banana. Recientemente fue nombrado profesor distinguido en una ceremonia, y durante su discurso habló sobre el futuro de la banana.
La banana de exportación Cavendish crece bien en todo tipo de suelos y ha sido inmune a la enfermedad de Panamá durante años. Por esto, el Cavendish fue plantado en masa en las antiguas plantaciones de Gros Michel. El profesor Kema explica, que el “milagro agronómico” Cavendish predominó en el mercado internacional y ha empujado parcialmente las variedades locales en la India y el este de África, por ejemplo. Los retails mantienen el precio del kilo al mínimo, mientras las bananas son muy vendidas en los supermercados. Son máquinas para hacer dinero, comparables a las camisetas de algodón. Al igual que para otros "cultivos huérfanos" las inversiones en el creciente sector de la banana han sido escasas. No se ha invertido en la investigación científica básica, lo que ahora supone un problema.
Renacimiento de la enfermedad de Panamá
La causa de la enfermedad de Panamá es un hongo Fusarium, que ahora tiene una variante extremadamente dañina, conocida como TR4 (Tropical Race 4), con consecuencias desastrosas. No hay bancos de semillas con material de siembra para nuevas variedades para reemplazar al Cavendish. El profesor expresa que están otra vez en el principio. Cavendish tiene una gran desventaja, no tiene variación genética. Las bananas de las grandes marcas o del comercio justo son genéticamente idénticas, son clones cultivados en extremos monocultivos. Como resultado, todas las variedades son sensibles a las enfermedades fúngicas.
Kema critica, que al mismo tiempo, los grandes productores están mirándose a sí mismos, ciegos, intentando mantener la variedad Cavendish y su producción. La enfermedad de Panamá se conoce en Cavendish desde 1960 en Taiwán, pero no fue hasta que se desveló la variante fúngica TR4 en Jordania, luego en Líbano, Pakistán, Laos y Mozambique, que el sector despertó y se puso manos a la obra. Sólo el 15% de la cosecha está destinada a la exportación, mientras que la restante se vende en el mercado local. Millones de agricultores dependen de una buena cosecha, la cual se ve amenazada por la introducción de la cepa fúngica TR4 a través de nuevas plantaciones Cavendish en áreas "limpias" de los productores conservadores del mercado.
Salvando la banana
Para controlar la variante fúngica TR4 es necesario, tanto el conocimiento genético de las variedades de banana, como del hongo. En el grupo de investigación de Gert Kema, miles de cepas de Fusarium han sido mapeadas y se ha creado una genealogía para el hongo. De esta manera, se puede ver desde donde se extendió el hongo originalmente y establecer paralelismos con la migración humana.
El grupo también se concentra en programas de mejoramiento de variedades de banana silvestre. La variación genética es una condición previa absoluta para prevenir la mayoría de los problemas con las bananas, y también da al consumidor más opciones. El desarrollo de nuevas variedades llevará por lo menos diez años. Además, el profesor de Wageningen quiere trabajar con socios de empresas, para que puedan aplicarse soluciones prácticas en la economía bananera. El grupo de investigación también está buscando contacto con pequeños agricultores bananeros para investigar sus preguntas, dilemas, opciones de variedad y acceso al mercado. Esto debería ayudarles a terminar siendo capaces de elegir entre varias variedades de banana resistentes.
Para más información:Wageningen University & Research
prof.dr. Gert Kema
Laboratorium voor Fytopathologie
tel. 0031 (0) 317 480 632
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