El cogollo racimoso de la banana es la peor enfermedad vírica que afecta a las bananas en todo el mundo y, en Australia, está restringido a una región en el norte de Nueva Gales del Sur y el sureste de Queensland. Una importante erradicación de los bananos silvestres en las pendientes pronunciadas de las selvas tropicales por encima de Doon Doon, en el valle Tweed, ha reducido drásticamente la posibilidad de infecciones de cogollo racimoso en las plantaciones comerciales cercanas.
El jefe del proyecto, David Peasley, antiguo jefe del programa de investigación de frutas tropicales del Departamento de Industrias Primarias y que ahora dirige su propia consultoría, afirma que su recuerdo de una plantación silvestre en la maleza hace más de 20 años llevó a su equipo al lugar de la infección, justo encima de los acantilados del cráter del monte Warning.
Fue el mayor hallazgo en los seis años que lleva en activo el programa de erradicación.
Originalmente se habían plantado parches de bananos sin ton ni son y, a lo largo de los años, estos pudieron crecer a su antojo, con las copas de la árboles tropicales y el sotobosque resguardándolos de la vista aérea.
Peasley afirma que una plantación de bananas bien administrada en la parte septentrional de Nightcap Range fue la primera en mostrar síntomas de la infección del cogollo racimoso el pasado julio, y el equipo de Peasley se quedó perplejo cuando la infección continuó apareciendo en algunas plantas, a pesar de haber envenenado los individuos infectados.
La enfermedad solamente puede propagarse o bien al transplantar chupones infectados o bien a través de áfidos infectados transportados por el viento.
"Nuestras sospechas se confirmaron cuando encontramos las plantas, y solamente un alto acantilado evitaba que la enfermedad se propagara de forma significativa", explica Peasley.
El nuevo propietario de la propiedad infectada está replantando la plantación silvestre con especies nativas y eliminando las hierbas invasivas, y está de acuerdo con que el equipo de erradicación envenene unos 7.500 bananos con glifosato.
Donde la lantana y la hierba sosa no cubrían completamente las plantas, el equipo pudo pulverizar un aceite plaguicida con base de queroseno aprobado biológicamente para contener los áfidos infectados.
Como los vientos reinantes transportan los áfidos portadores de la enfermedad, las plantaciones más abajo en el valle hacia Uki y más allá podrían haber sucumbido al cogollo racimoso, cuya procedencia original podría haber sido la parte superior de Wilson's Creek, en el lado oriental del cráter.
Fuente: goodfruitandvegetables.com.au