Aunque el Gobierno japonés ha puesto en marcha un programa para reactivar la inflación, los precios al consumo solo han subido ligeramente. Sin embargo, hay un alimento que ha mostrado un aumento de precio continuado: la banana. Las bananas se consideran una fruta barata en Japón y, aunque el precio está subiendo, todavía es mucho más bajo que el de otras frutas en el país.
Según la asociación de Importadores de Banana de Japón (JBIA), el precio mayorista de las bananas importadas ha subido entre un 30 y un 40 por ciento desde 2014, sobre todo debido a la devaluación del yen. Si a eso se le suma el 3 por ciento de subida del impuesto de consumo, las bananas son mucho más caras que hace cinco años. Sin embargo, mucha gente parece no haberlo notado; cuando la JBIA encuestó a los consumidores en 2014, el 65 por ciento contestó que consumían bananas de forma regular concretamente por su bajo precio, que, por aquel entonces, era de unos 350 yenes el kilo al por mayor (con un peso por banana de unos 150 gramos). En términos relativos, sin embargo, es un precio bastante alto, puesto que el precio por kilo entre 1975 y 2010 se mantuvo bastante estable dentro de la horquilla de 180 y 250 yenes. En 2012 era de en torno a 190 yenes.
En los años 60, las bananas se consideraban un obsequio especial. Por entonces, se compraba solo una banana. Cuando el mercado se liberalizó en los 70, las bananas fueron uno de los primeros productos agrícolas en importarse en grandes cantidades, inicialmente desde Taiwán y Ecuador. Ahora, las bananas suponen el 60 por ciento de todas las importaciones de fruta, y el 90 por ciento de las bananas vendidas en Japón se cultivan en Filipinas.
Según la revista económica Toyo Keizai, los hogares formados por, al menos, dos personas compran una media de 18 kilos de bananas al año, muy por encima de la segunda fruta más comprada, las mandarinas, con 13 kilos anuales.
La imagen de especialidad que tiene esta fruta también explica por qué los productores japoneses pueden cobrar tanto por esta mercancía. Además, la fruta suele considerarse el regalo más apropiado en Japón, y la gente suele pagar más por los regalos.
En la actualidad, los fruticultores están protegidos de las importaciones, mucho más baratas, gracias a los elevados aranceles, que se eliminarán si entra en vigor el TPP (Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica). Preparándose para ese día, los productores locales están posicionando su producto como artículo de lujo para exportar a los asiáticos acomodados.
Si las bananas son una excepción a esta norma, también es porque se importan en cantidades ingentes de Filipinas, que no participa en las negociaciones del TPP. El país ya cuenta con un Acuerdo de Asociación Económica con Japón.
Aunque China e India son los máximos productores de bananas del mundo, no exportan mucho. Filipinas es el tercer mayor exportador de bananas del mundo y el de crecimiento más rápido, y Japón ya no tiene el monopolio de las exportaciones de este país. La dependencia que el mercado japonés tenía de las bananas filipinas causó algunos problemas hace unos años, cuando una bacteria del suelo propagada por los tifones arremetió contra las plantaciones de bananas de Filipinas y redujo la producción un 4 por ciento entre 2010 y 2013, por lo que los precios subieron en Japón. Sin embargo, en 2012, China –importador de bananas, además de productor– vetó oficialmente las bananas de Filipinas debido al desacuerdo de los países en el control de las islas Spratly, por lo que hubo más bananas para enviar a otros países, como Japón, lo cual explica la pronunciada bajada de los precios en los últimos meses de 2012.
No obstante, el estatus de la banana en Japón parece estar garantizado por su precio y su comodidad, incluso entre la gente joven, que según la encuesta antes mencionada, no come fruta fresca, entre otros motivos, porque se "ensucia" al comerla. Los japoneses no consideran las manzanas un aperitivo que se pueda consumir en cualquier lugar; tienen que pelarlas y trocearlas primero. Las bananas, por otro lado, están perfectamente envasadas.
(1 yen japonés = 0,0088 dólares estadounidenses)
Fuente: japantimes.co.jp