EE.UU.: En busca de uvas más grandes
Tomemos como ejemplo la clásica Thompson sin pepitas. Dejando que crezca de forma natural, la vid produce uvas verdes que son ligeramente pequeñas: 1 o 2 gramos cada una, dice el viticultor Matthew Fidelibus de la Universidad de California, Davis.
Pero, con la ayuda de trucos horticulturales, los granos pueden llegar a ser hasta 5 veces más grandes. "También tienen más firmeza y son más cilíndricas," dice Fidelibus. Esto da lugar a un precio más alto por kilo, y ganancias más altas para los agricultores.
Entonces, ¿cómo consiguen los agricultores que las uvas engorden tanto?
Muchos utilizan una práctica antigua - y un poco bárbara - llamada anillado, que fuerza a la planta a que ponga todo su alimento y energía en dar fruto.
Las plantas tienen dos tipos de conductos en sus tallos: el xilema y el floema. La xilema bombea agua hacia las hojas desde la raíz, mientras que la floema manda alimento desde las hojas de vuelta a las raíces.
Si cortas el flujo del conducto de floema, todo el azúcar y energía se quedan en la parte superior, donde crece el fruto. Por lo que las futas engordan.
Así es como funciona el anillado. Los agricultores retiran una sección del phloem del tronco, frenando por completo el descenso del azúcar hacia la parte inferior de la planta. El floema se encuentra justo debajo de la corteza, por eso los agricultores pueden quitarlo fácilmente sin dañar la xilema que se encuentra más adentro del tallo.
A esto lo llaman anillado porque - al igual que una prenda ajustada - el corte debe abrazar el tronco completo para que funcione.
"La viña se cura en el transcurro de unas semanas," dice Fidelibus, "por lo que no daña la salud de la planta." Y, aunque la técnica de anillado requiere mucho esfuerzo y trabajo, Fidelibus dice que los agricultores amortizan su inversión. "Puede llegar a aumentar el tamaño de la fruta entre un 10% y 30%."
Fuente: npr.org