Las calles de Stellenbosch están llenas de paneles solares y canalones tras una tormenta que se desató durante la noche del sábado, una como nunca antes habían vivido, según la población.
Derecha: una fresa gigante derribada en la carretera entre Stellenbosch y Somerset West.
"No pude dormir", relata una exportadora de frutas con sede en Stellenbosch, que califica la tormenta como una experiencia traumática. "El viento sonaba como un avión volando bajo, con ráfagas, retumbando toda la noche y hasta la mañana".
Otro testigo relata que los cimientos de su casa temblaban, mientras que el nuevo Centro de Demostración Hortícola de la Universidad de Stellenbosch informa de daños en algunos de sus paneles. Fue verdaderamente aterrador, coinciden los residentes de Stellenbosch, y hoy algunas calles permanecen cerradas por la caída de robles centenarios.
El puerto de Ciudad del Cabo ha estado cerrado desde el jueves; no puede operar cuando la velocidad del viento supera los 80 km/h y se espera más viento, por lo que aún no se aprecia el alcance total de los retrasos. Dentro del recinto portuario habrá que hacer un recuento del impacto de los vientos en los contenedores apilados.
"Se espera que la actividad sea intermitente por el momento, según lo permita el viento", dice Chris Knoetze, director gerente de Link Supply Chain Management.
El Cabo Occidental se encuentra en periodo de transición: la temporada de uvas ha terminado, mientras que la de frutas de hueso, granadas y frutas de pepita está casi lista. La cosecha de cítricos está empezando a aumentar.
Se informa de ciruelas tardías arrancadas y algunos daños en huertos de cítricos en los alrededores de Paarl, a medida que los vecinos de ciudades como Stellenbosch y Somerset West van haciendo el recuento de los daños provocados por los vientos que los mantuvieron despiertos durante toda la noche del sábado.
Los productores de manzanas de Ceres se consideran afortunados
A pesar de que han caído manzanas al suelo, principalmente Granny y Pink Lady, el grueso de la tormenta no alcanzó a Ceres.
"Actualmente estamos haciendo una evaluación de daños, pero por el momento parece que nuestras áreas de producción no se vieron tan afectadas como las de Helderberg y Stellenbosch. Tendremos más información en los próximos días", comunica Roelf Pienaar, director gerente de Tru-Cape Fruit Marketing.
El asesor técnico de otra productora de manzanas de la zona de Ceres dice: "Hemos tenido mucha suerte. La tormenta pasó por detrás de las montañas Gouda, Wellington, Paarl y Stellenbosch. Tuvimos algo de lluvia –alrededor de 10 mm en la ciudad, 30 mm en el Witzenberg– pero salimos prácticamente ilesos. Estamos muy agradecidos".
Señala que, igualmente, ha oído que Grabouw no se vio afectado por el vendaval.