En el sur de Brasil se han registrado inundaciones sin precedentes que han provocado hasta 78 muertos, más de 100 desaparecidos y unas 100.000 personas desplazadas a causa de las intensas lluvias que azotan el sur del país desde la semana pasada. Se dice que la limitada producción frutícola, principalmente de manzanas, no se ha visto afectada, mientras que la lluvia sigue cayendo en el afectado estado meridional de Rio Grande do Sul. Continúan las labores de rescate por parte de los distintos niveles del Gobierno brasileño.
Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, en un recorrido aéreo para evaluar los daños de las inundaciones. (Oficina del Presidente de Brasil)
Parte del muro de una presa de una central hidroeléctrica se desbordó el pasado jueves, dejando sin electricidad a más de medio millón de personas. El fin de semana se sucedieron dramáticas escenas de personas esperando en sus tejados a ser rescatadas de las aguas.
En el estado más afectado, Rio Grande do Sul, fronterizo con Uruguay y Argentina, se ha declarado el estado de emergencia. En la capital del estado, Porto Alegre, el desbordamiento de la ribera del río Guaíba inundó las calles. La mayoría de las 497 ciudades del estado se han visto azotadas por tormentas que han provocado inundaciones generalizadas, el derrumbe de puentes, el desbordamiento de las riberas de los ríos y calles anegadas. Esto causó un gran número de desplazados. Luiz Inácio Lula da Silva, presidente de Brasil, junto con su gabinete, visitó el estado el domingo para evaluar los daños y facilitar la respuesta gubernamental. Declaró que se trata de las peores inundaciones que ha sufrido el país.
Precisamente en este estado es donde se produce la mayoría de los granos de Brasil. Los expertos dicen que es probable que se vea afectado el suministro mundial porque es una mercancía importante.
Según Jorge de Souza, director técnico y de proyectos de la Asociación Brasileña de Productores y Exportadores de Frutas (Abrafrutas), la producción frutícola del estado de Rio Grande do Sul no se ha visto afectada por las inundaciones. "Confirmo que no hay efectos indeseables en la producción frutícola porque el estado de Rio Grande do Sul produce manzanas en el norte, relativamente lejos de los puntos donde las inundaciones han sido graves, básicamente a lo largo de los ríos que atraviesan el estado. No ha habido efectos negativos en la producción de frutas porque la cosecha ya se ha llevado a cabo y las manzanas están seguras en los almacenes. Solo tenemos algunas carreteras donde el tráfico ha sido más difícil, pero sin perjuicios para la distribución gracias a que existen rutas alternativas".
Las inundaciones provocan pérdidas del 30% de las frutas de exportación en Petrolina
En otra ciudad, Petrolina, municipio situado en el extremo sur del estado de Pernambuco, en el nordeste de Brasil, en el valle del río São Francisco, también se han registrado daños por la lluvia y viento en la fruta destinada a exportación. Renata Alves, productora de uva en la ciudad de Petrolina, donde también se cultivan mangos, dice que han sufrido pérdidas considerables. "Las lluvias en Petrolina fueron fuertes, y tenemos pérdidas significativas, en torno al 30% en cantidad y alrededor del 80% en las condiciones para la exportación. En otras palabras, de las pérdidas, el 80% de las frutas no tenían condiciones para la exportación, por lo que nos limitamos a dejar la fruta en el mercado local".
De Souza advierte que el tiempo es cada vez más imprevisible, lo que hace que la producción hortofrutícola sea todo un reto para los agricultores de Brasil y de todo el mundo. "La única pregunta que nos hacemos es: ¿con qué frecuencia se producirán esas lluvias torrenciales o sequías en el futuro y dónde? Hemos observado varios desastres climáticos en todo el mundo y el futuro se muestra muy incierto".
Para más información:
Jorge de Souza
Abrafrutas
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Renato Alves
Canoa
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