La industria sudafricana del pomelo está coordinando estrictamente sus exportaciones, continuando lo que empezó el año pasado. Tras las desastrosas campañas de pomelo de 2021 y 2022, en las que el exceso de oferta superó con creces la demanda, junto con los desorbitados costes de flete, no fue difícil persuadir a los productores para que planificaran colectivamente sus campañas de pomelo, señala Tommie Landman, presidente del Landman Group, radicada en Hoedspruit (provincia de Limpopo), que encabeza la iniciativa.
La estimación de pomelos se ha reducido en un millón de cajas de 17 kg, hasta casi 13,85 millones de cajas, pero la intuición de Landman, tras cuarenta años cultivando pomelos Star Ruby, es que una vez que empiezan los ajustes a la baja, suelen continuar durante toda la temporada. Por el momento, la estimación sigue siendo un 4% superior a la cifra de exportación del año pasado.
Entre las semanas 16 y 22, el pomelo sudafricano se encuentra en su máximo esplendor, pero el objetivo es estirar la temporada; en 2023 consiguieron comercializar pomelo durante 26 semanas gracias a los esfuerzos voluntarios de coordinación y a la constatación de que la fruta Star Ruby puede aguantar más tiempo de lo que tradicionalmente se suponía. Se han evaluado los niveles de resistencia de cada mercado durante cada semana, y las exportaciones se mantienen por debajo de estos niveles. (Del pomelo blanco Marsh se esperan este año 510.700 cajas de 17 kg que los exportadores pueden comercializar como deseen).
El elevado cuajado dio lugar a calibres más pequeños
"El pomelo es extremadamente sensible al exceso de oferta porque el consumo mundial no aumenta", señala Landman. "Durante nuestras difíciles semanas de máxima actividad, procuramos eliminar la fruta de segunda categoría, así como limitar los calibres 55 y menores. Cuando empezó la cosecha de pomelo de este año, enseguida nos dimos cuenta de que había muchos calibres 55, así que los vigilamos de cerca y los mantenemos entre el 5% y el 10% de las exportaciones semanales".
Derecha: En este momento, se cosechan mandarinas Leanri en la finca de Ohrigstad, cuyas temperaturas invernales, más frías, son favorables para esta variedad.
Afortunadamente, los precios nacionales del zumo de pomelo son bastante buenos y contribuyen a mantener la fruta para industria fuera de la cadena de exportación, aunque probablemente también reduzcan la oferta local en fresco.
Durante las cuatro décadas que Landman lleva en el sector citrícola, el mercado del pomelo ha experimentado un enorme cambio desde los días en que, juntos, Sudáfrica y Florida mantenían a Japón surtido de pomelos durante todo el año. En ese lapso, la enfermedad asiática del enverdecimiento de los cítricos o huanglongbing (HLB) arruinó la industria de Florida.
"Teníamos un mercado tremendo en Japón, pero la ausencia de Florida nos afectó muy negativamente. La continuidad de los pomelos en los lineales desapareció", explica. En la actualidad, Japón ocupa el tercer lugar en cuanto a volumen de pomelos sudafricanos.
En lo que va de temporada, alrededor del 40% de los pomelos han ido a Róterdam, y el resto a Italia (que, junto con Taiwán, es un mercado valioso para los calibres más pequeños), así como a Alemania, que ocupa el décimo lugar entre los compradores de pomelos.
El consumo de pomelo en China no tiene parangón
"En estos momentos estamos enviando mucho Star Ruby a China, algo menos de un millón de cajas en lo que va de año. Aún está muy por debajo de los volúmenes que van a Europa".
China es un mercado interesante, observa Landman, y todo lo contrario que el resto del mundo: el pomelo se usa predominantemente en tiendas de té, no para consumo fresco.
"En 2022, debido a la falta de coordinación entre los productores de pomelo, el mercado chino estaba totalmente sobreabastecido. Como resultado, cuando empezamos a comercializar en 2023 todavía quedaban niveles tan altos de existencias procesadas de la temporada anterior que decidimos no suministrar pomelo a China en absoluto el año pasado".
Para evitar que se repita este escenario, dos delegaciones sudafricanas han visitado China para aprender de primera mano cómo servir a este mercado, actualmente el segundo mayor receptor de pomelo sudafricano.
Esta temporada, algo más de 196.000 cajas (17 kg) han llegado a Corea del Sur, el mercado más rentable para el pomelo sudafricano, si consigue llegar, pues las inspecciones fitosanitarias son muy estrictas y los rechazos no son infrecuentes.
Plantaciones de mandarina Leanri en la finca Kleiland en Ohrigstad, provincia de Limpopo.
Los precios del zumo de naranja «son los más altos que he conocido»
En Hoedspruit, las temperaturas rara vez bajan de los 8 °C, lo que favorece enormemente la producción de fruta subtropical.
"Somos gente de naranjas Valencia", dice Landman, y están deseando que empiece la temporada hacia la semana 24: el precio del zumo de naranja es el más alto que ha visto nunca, afirma, y una vez más el HLB (esta vez en Brasil) juega un papel importante, provocando una escasez mundial de zumo de naranja concentrado.
El ciclo de la cosecha de la naranja Valencia sigue un patrón más uniforme que el del pomelo, que es propenso a la alternancia (aunque, puntualiza, no en el mismo grado que los mangos) y la cosecha empezará en torno a la semana 24.
Los amantes del mango también conocen a Landman Group por sus mangos. Una gran parte de su cosecha de mango se seca y la competencia con África occidental es intensa, agravada por la larga vida útil del producto. Las exportaciones de mango fresco, por desgracia, se ven complicadas por los problemas operativos de los puertos y su extrema perecibilidad. Afortunadamente, señala Landman, el mercado de la carga aérea en fresco les ha resultado una alternativa muy atractiva para sus mangos, especialmente en el Reino Unido.
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Tommie Landman
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