Así lo afirmó el vicepresidente ejecutivo de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, durante un debate en la Eurocámara dedicado a los preparativos de la cumbre europea de la próxima semana.
Y es que la UE afronta semanas decisivas, con ultimátum incluido, para la negociación de los últimos detalles del acuerdo de asociación con el bloque de Mercosur, cuyo texto se cerró en 2019. Pese a que en aquel momento los dos bloques quedaron conformes, las alertas saltaron en países como Francia principalmente, o Irlanda, sobre el riesgo que el pacto puede entrañar para su agricultura, sobre todo, y la posibilidad de que el auge agrícola y ganadero en el Mercosur amenace aún más a la Amazonía y al sector europeo.
Bruselas, así, afronta ahora mayor presión por las críticas de los socios del Mercosur a las mayores exigencias de los europeos contra la deforestación o por el cumplimiento del Acuerdo de París contra el cambio climático, y sobre todo por el ultimátum lanzado por el presidente de Paraguay, Santiago Peña, quien a finales de septiembre dijo que, o cerraban para el 6 de diciembre, o el bloque suramericano se retiraría y se centraría en negociar acuerdos comerciales con países asiáticos.
Cabe recordar que la Comisión Europea planteó a principios de año un anexo –pese a que el texto preacordado ya contenía fuertes compromisos con los acuerdos climáticos– pidiendo mayores garantías de cumplimiento y en el que habla incluso de recurrir a “contramedidas” como último recurso, lo cual no gustó al Mercosur, que trasladó su respuesta a Bruselas a mediados de septiembre.
En cuanto a México, la Unión Europea y el país llegaron en 2018 a un principio de acuerdo para modernizar el tratado comercial del año 2000 y está pendiente de la ratificación definitiva.
Fuente: efeagro.com