La obtención de cítricos en Egipto y su envío a Asia ha sido un verdadero reto este año, asegura Mariya Dermendzhieva, CEO de la empresa búlgara Triland. "A esta temporada de cítricos egipcios yo la calificaría como 'la temporada de las alianzas a largo plazo y la flexibilidad'. Con mayores volúmenes de Valencia y Honey Murcott, acompañados de un predominio de calibres medianos y pequeños, combinados con las complicadas soluciones logísticas para los mercados asiáticos y con la inestabilidad de la moneda egipcia, nos encontramos en una situación que exige devoción y honestidad de cada uno de los eslabones de la cadena de suministro", expone.
En temporadas normales, la mayoría de los cítricos que Triland obtiene de Egipto van a parar a los mercados asiáticos, explica Dermendzhieva. "Alrededor del 70% de nuestros cítricos se venden en el sudeste asiático y el 30% en Centroeuropa y Europa del Este. De esta manera, aprovechamos todos los calibres y todas las calidades disponibles en las plantaciones de nuestros socios y podemos trabajar con menos presión en comparación con las empresas que se enfocan solo en los mercados de Europa o Medio Oriente. Esto nos permite no ser una de esas empresas que contribuyen a la llamada 'inundación' de Europa con naranjas Valencia y mandarinas Honey Murcott baratas. Por supuesto, no trabajamos en una burbuja y nuestros clientes reciben muchas ofertas alternativas, entre las cuales muchas con precios y condiciones muy atractivos".
"Sin embargo, tales nuevos proveedores desaparecen tan rápido como aparecen en caso de aumento súbito de los precios o de la demanda, o cuando pueden venderle a otro aunque sea por un céntimo más. En estas situaciones, juega a nuestro favor el hecho de que hemos sido un proveedor leal a todos nuestros clientes y que, además de buena fruta, les hayamos proporcionado también información precisa sobre cosechas, precios, competencia y expectativas del mercado. Esto se traduce en un aumento del volumen de nuestros programas de suministro, aunque parece que la demanda es muy similar a la del año pasado. Hemos aumentado el porcentaje de fruta envasada bajo las marcas propias de nuestros clientes, lo cual es otra buena señal".
Por otro lado, a los productores egipcios les resulta bastante difícil cerrar acuerdos y programas sólidos para toda la temporada. Según Dermendzhieva, la fluctuación del valor de la moneda complica mucho obtener ganancias en ese país. "Los productores y comerciantes egipcios están pasando por momentos extremadamente delicados por las fluctuaciones de la moneda. Cierran un acuerdo un día y en ese momento parece rentable, pero al día siguiente se despiertan y resulta que la tasa de cambio ha dado un vuelco y la fruta que está en el agua ya está generando pérdidas. Esta situación ejerce mucha presión sobre el negocio y complica la labor de las empresas comercializadoras, que compran materia prima de diferentes fincas o fruta ya envasada para exportarla, pues con tales cambios no tienen margen con el que trabajar".
Para Triland, el hecho de haber trabajado con la misma explotación durante tanto tiempo da seguridad a la empresa, pues sabe lo que necesitan los trabajadores, afirma Dermendzhieva. "Llevamos once años abasteciéndonos de naranjas Valencia de la misma plantación, cultivadas por las mismas personas, confeccionadas por los mismos trabajadores y dedicadas a nosotros y nuestras necesidades. Esto nos permite la flexibilidad de reaccionar a factores externos como productores y no como comerciantes, lo que nos ayuda a mantener la calidad de la fruta y de nuestros servicios".
En el caso de una variedad en particular, la situación es un poco más grave, ya que ha visto disminuir la demanda en sus dos mercados de destino por diferentes razones. "La situación de Honey Murcott es un poco diferente porque la demanda parece mucho menor de lo normal en Europa, mientras que los mercados en Asia no están dispuestos a absorber los altos niveles de precios. Estos precios más altos son consecuencia del aumento del riesgo al prolongarse el tránsito a raíz de la crisis del mar Rojo. Esta bajada generalizada de la demanda provoca un descenso drástico de los precios de Murcott y no está claro lo que pasará en el transcurso de la temporada. Vender Honey Murcott esta temporada es cada vez más arriesgado. Sin embargo, estos retos son un simple hecho y deberíamos buscar posibilidades y formas de superarlos. Y no cabe duda de que, hasta ahora, lo hemos conseguido", concluye Dermendzhieva.
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