La importación de naranjas frescas de terceros países, concretamente de Egipto, por parte de los Estados miembros de la Unión Europea es uno de los asuntos que está preocupando más esta campaña a productores y operadores españoles. La importación es inherente al comercio, al igual que la exportación, y es necesario recordar que la fuente de preocupación no es el hecho en sí de que el comercio esté diversificado, ya que todos comprendemos que nos encontramos en un mercado libre; sino que, como siguen reivindicando a día de hoy productores de toda Europa, no existan las mismas exigencias para las importaciones extracomunitarias que para las de los socios europeos.
Mensualmente, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España facilita un informe detallado de la importación de cítricos en Europa que permite conocer los volúmenes mensuales que se adquieren en la UE-27, cuáles son los principales orígenes proveedores y cómo varían esas cifras con respecto a las campañas anteriores; pero ¿quién es quién en la importación europea de naranjas egipcias?
La respuesta la ofrece públicamente la herramienta de datos de comercio agrícola de la Comisión Europea, AGRIDATA. En la campaña 2022/23, cuando se dispararon las importaciones de cítricos egipcios desde las 206.413 toneladas de la campaña previa hasta 457.077 toneladas (aumentando un 121%), Países Bajos fue el mayor importador con 213.055 toneladas, el 46,6% del total.
En segundo lugar se ubicó España con 97.740 toneladas, siguiéndole a distancia Italia con 38.652 toneladas, y Eslovenia con 25.185 toneladas.
En este punto es necesario señalar que las importaciones españolas fueron muy inferiores a la disminución que se produjo de cosecha nacional la campaña pasada respecto a la anterior; pero los datos ofrecen la oportunidad de reflexionar sobre el papel que jugó España como segundo mayor comprador de la UE, y el que quiere jugar en el futuro en la importación de naranjas egipcias; más aún, tras el enorme contraste que hay con respecto a la campaña 2021/22 cuando, según cifras proporcionadas por la Comisión Europea, solo importó 25 toneladas desde Egipto.
Con respecto a las importaciones de naranjas de Sudáfrica, país que fue relegado por Egipto el año pasado al segundo puesto de entre los mayores proveedores de naranjas en Europa, Países Bajos volvió a ubicarse en la campaña 2022/23 como el mayor comprador, con 280.000 toneladas de las 449.702 toneladas importadas en total por la UE (el 62,4%). Le siguió en este caso Portugal, que adquirió 78.819 toneladas.
Italia también se ubicó en tercera posición con 36.153 toneladas, y dos puestos más atrás, con unas 12.000 toneladas de naranjas frescas importadas casi en su totalidad entre julio y octubre, se ubicó España.
¿Qué está pasando en la campaña 2023/24?
Por ahora, la Comisión Europea solo ofrece cifras desglosadas por país del mes de diciembre de 2023. De las 3.399 toneladas de naranjas frescas importadas desde Egipto que contabiliza la Comisión, 1.296 fueron adquiridas por Eslovenia; 1.050 por Países Bajos, y 658 por España.
No obstante, las cifras dadas por el Ministerio en su último informe de seguimiento reforzado de las importaciones de cítricos en la UE adelantaban que las importaciones de Egipto habían aumentado en enero de 2024 un 104,7% respecto al mismo mes del año pasado, y las 45.281 toneladas que llegaron a Europa representaron el 87,6% de las naranjas importadas en el continente ese mes.
Aún no se puede asegurar qué desarrollo se producirá, pero las campañas pasadas demuestran que las importaciones egipcias se concentran mayoritariamente en la primera mitad del año –coincidiendo con la campaña española–, aumentando notablemente a partir de febrero.
Solo los datos oficiales podrán corroborarlo, sin embargo, la diferencia de precios que existe en la UE entre las naranjas españolas, las mediterráneas en general, y las egipcias, que según algunos operadores entran en el mercado hasta un 40-50% más baratas, permiten presuponer que, probablemente, este año no será una excepción.