La industria del jengibre peruano enfrenta actualmente un momento difícil, marcado por problemas de calidad en destino, altos costos de certificación y la necesidad de implementar mayores controles fitosanitarios en campo y plantas de empaque. Estos factores, sumados a una producción menor, han generado una reducción en los volúmenes de exportación de la temporada 2024 y han llevado a los productores a replantear sus estrategias para mantener la competitividad en un sector cada vez más exigente.
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© Cultivemos "Vimos que los envíos de noviembre y diciembre del 2024 llegaron con problemas de calidad, que en gran parte fueron por pudrición interna en el jengibre (coincidentemente con el inicio de la temporada de lluvias en la selva central peruana). La particularidad del jengibre es que su deterioro no es visible en el campo, ya que crece bajo tierra, lo que dificulta un diagnóstico si es que el monitoreo de la parcela no se hace de manera constante. Esta situación nos llevó a suspender nuestros envíos a Europa desde enero para evitar sobrecostos por reempaque y daños a la reputación del producto e imagen a nuestros clientes. Este accionar se ha replicado en el sector, pues las exportaciones de Perú a Europa en las últimas 10 semanas han sido en promedio de 7 contenedores por semana, mientras que a Estados Unidos, el promedio por semana ha sido de 20 contenedores, evidenciando que el sector peruano redirigió su atención. Este descenso se debe no solo a problemas de calidad, sino también, entre otros aspectos, a un mercado más exigente con los límites de plaguicidas y certificaciones orgánicas", explica Luis Cristóbal, representante de Cultivemos.
"Actualmente, vemos que las cosechas de jengibre peruano se ven limitadas por el acceso a los campos debido a las constantes lluvias, que no solo bloquean las carreteras por deslizamientos de tierra, sino que impiden el ingreso del personal a cosecha. A esto se suma que el rendimiento en empaque se ve mermado, dada la edad del jengibre, lo que podría suponer un posible incremento del costo de materia prima".
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Las visitas a campo realizadas por Cultivemos previas a la nueva temporada 2025 muestran que la producción en Perú podría ser mayor, pero también hay una incidencia de pudrición, que ya viene provocando pérdidas en algunas plantaciones. "Algunos productores han decidido cosechar antes de lo habitual, sin llegar a la madurez total del jengibre, para evitar que sus campos se echen a perder en totalidad", menciona Cristóbal.
© Cultivemos Lo que le corresponde al sector es invertir en seguimiento constante a los campos, pero sobre todo en mejorar las formas de manejo del cultivo, buscando reducir la incidencia de enfermedades en el cultivo, y poder incrementar la productividad de manera sostenible social y ambientalmente.
Para más información:
Luis Cristóbal
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Perú
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