Manbol, inspirado en los juegos infantiles de lanzamiento de mangos en el Amazonas, se ha convertido en un popular deporte de playa en Brasil. Inventado por Rui Hildebrando y reconocido en 2004, se juega con balones con forma de mango, desafiando los reflejos y la resistencia. Las reglas son simples: hacer aterrizar el balón en el campo del oponente y atrapar el que el otro equipo lanza.
Ha ganado impulso a nivel nacional e internacional, con aspiraciones de reconocimiento olímpico. Jugado en diversas superficies, cada partido dura de 15 a 25 minutos, y son necesarios dos sets de 12 puntos para ganar. Con alrededor de 2.000 jugadores en todo Brasil, se han formado federaciones regionales e incluso ha recibido reconocimiento oficial en Belém, lo que demuestra su potencial para un mayor crecimiento e inclusividad.