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Los 300 millones de kilos de limones murcianos sin cosechar son un desperdicio del agua del trasvase

La Región de Murcia enfrenta una grave crisis agrícola que ha dejado más de 300 millones de kilos de limones sin cosechar durante la última campaña, una situación que resalta la problemática del desperdicio de recursos en una zona altamente vulnerable a la desertificación y dependiente del Trasvase Tajo-Segura para su abastecimiento de agua. Esta cantidad de limones no recolectados representa una huella hídrica de 136 hectómetros cúbicos, de los cuales 62,1 hm³ corresponden al agua de riego, principalmente del Trasvase Tajo-Segura, y 58,2 hm³ a agua de lluvia.

El análisis de esta crisis revela que la cantidad de agua de riego desperdiciada supera los volúmenes de los dos últimos envíos de agua autorizados para la región, lo cual evidencia un grave impacto ambiental y económico. La situación se agrava al considerar que la cantidad de agua azul desperdiciada podría equivaler a más de ocho meses de trasvases autorizados para riego, según estimaciones de la Confederación Hidrográfica del Segura.

Esta problemática ha sido objeto de estudio de los investigadores Jaime Martínez Valderrama de la Universidad de Alicante y la Estación Experimental de Zonas Áridas del CSIC, y Javier Martí Talavera, de la Universidad de Alicante, quienes han analizado los costes hídricos asociados a la producción agrícola en la Región de Murcia. Sus hallazgos forman parte del 'Atlas de la desertificación de España', proyecto que busca comprender mejor los desafíos ambientales que enfrenta el país.

Además de la huella hídrica, la crisis agrícola en Murcia también ha generado una considerable huella de carbono, estimada en 90.000 toneladas de CO₂, lo que pone de relieve el impacto ambiental del desperdicio de alimentos y recursos. Esta situación se ve agravada por las políticas de subvenciones de la Unión Europea, que, aunque buscan mitigar las pérdidas económicas de los agricultores, no abordan el problema subyacente de la sobreproducción y el desperdicio de recursos.

Según la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), la actual crisis de sobreoferta en el sector de los cítricos se debe a un aumento en las plantaciones por parte de grandes propietarios en los últimos cinco años, lo que ha llevado a un desequilibrio en el mercado y a un uso insostenible de recursos hídricos en una región ya de por sí vulnerable a la desertificación.

Fuente: laopiniondemurcia.es

Fecha de publicación: