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Zamora

"España: Al rescate de las frutas tradicionales "peras y manzanas"

La Diputación de Zamora está llevando a cabo un programa de conservación de las variedades locales de frutales de la Comunidad de Castilla y León, una iniciativa que pretende asegurar la conservación de los recursos fitogenéticos de las variedades locales de frutales de esta comunidad para, posteriormente, acometer la recuperación de las variedades que resulten de mayor interés.

¿Cómo comenzó?
En 2005, el Ente Supramunicipal de Zamora realizó un seguimiento preliminar de las zonas que presentaban una mayor riqueza desde el punto de vista de la fruticultura tradicional y con mayor presencia de variedades antiguas en riesgo de desaparición. Durante este estudio previo, se localizaron en la provincia un total de 53 variedades de peral, manzano, ciruelo, melocotonero, cerezo, guindo, ratón, briñón y albaricoque.

El siguiente paso fue tomar contacto con el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) de la Consejería de Agricultura y Ganadería y con la Universidad de Salamanca. De estos contactos surgió, según Martín, la posibilidad de solicitar un proyecto conjunto al Ministerio de Educación y Ciencia, a través del INIA, que permitiera asegurar la conservación de los recursos fitogenéticos de las variedades locales de frutales de esta región para acometer la recuperación de algunas de ellas.

Una vez concedida la subvención que permitía afrontar el proyecto, las tres instituciones participantes comenzaron a prospectar, tomar datos, marcar árboles y caracterizar las distintas variedades que se fueron localizando. De esta toma de datos se sacaron las primeras conclusiones, que apuntaban a la proximidad genética entre variedades y aportaban luz sobre una cuestión: evitar recuperar dos variedades iguales a las que se les hubiera dado nombres diferentes por temas geográficos.

Tras esto, se insaló la colección de frutales de variedades locales de Castilla y León en la localidad de Madridanos.

Manzano y peral
Pese a que el proyecto nació para recuperar variedades de varios tipos de fruta, lo cierto es que han sido el manzano y el peral los elegidos para realizar los primeros trabajos. “En en análisis previo de prospección se puso de relieve la gran cantidad de variedades distintas que existen en la región y, por ello, se decidió comenzar por un número reducido de especies”, asegura Berta Martín.

“Además, la puesta a punto de este protocolo de caracterización, que indica qué datos se deben tomar, es complicado e intenso, por lo que se decidió abordar primero las especies de las que había un mayor número de variedades y afrontar, posteriormente, el resto”, subraya la responsable del proyecto.

Tras los trabajos realizados en manzano y peral, se procederá a acometer el estudio de otras especies, especialmente los frutales de hueso (melocotón, albaricoquero, cerezo, ciruelo, guindo, ratón y briñón). Para cada una de las especies habrá que elaborar un protocolo de caracterización.

¿En qué consiste el trabajo?
Hasta este momento se han realizado trabajos de prospección, caracterización y recuperación de variedades de perales y de manzanos. En el primer paso se localizan los árboles de las variedades locales más interesantes mediante la colaboración de la población rural. “Estas personas aportan datos de gran interés que luego se tienen en cuenta a lo largo de la investigación”, asegura Berta Martín.

Los árboles identificados como adecuados para su recuperación, por tener buenas características y tener una salud aceptable, se marcaron y se localizaron definitivamente mediante coordenadas GPS. Posteriormente, en diferentes épocas del año, se fueron tomando datos de las flores, frutos, ramillos, etc. Tras analizar esta información y seleccionar las variedades que formarían parte de la colección de frutales, se recogieron las púas y se injertaron en los patrones correspondientes.

Fuente: Diariodigitalagrario
Fecha de publicación: