Excedentes de producción británica inundando el mercado irlandés
Las cifras muestran que en 2011, la República de Irlanda importó €324 millones de frutas y verduras de Gran Bretaña. Para poner esto en contexto, el valor de salida de la explotación de la horticultura de Irlanda (que abarca desde la producción de frutas y verduras a la jardinería) se ha colocado en €380 millones.
El problema parece ser la naturaleza eficiente, el nivel de control y los ligeros márgenes generados por las prácticas agrícolas británicas.
Los productores suelen estar atentos a la llamada de las cadenas de supermercados, una de las piedras angulares que aseguran la continuidad del suministro. Para asegurar esto, cultivan una reserva de producción.
Sin embargo, si la cosecha es más o menos como esperaban, el stock de reservas se convierte en un superávit o excedente. El productor necesita deshacerse de este producto y no quiere venderlo en el mercado local por si bajan los precios.
El problema viene cuando estos excedentes se venden muy bajos a los comerciantes de Irlanda.
Entonces, los productos llegan a Irlanda sin los costes totales de producción y transporte y pueden comercializarse a precios significativamente más bajos que los productos locales. Para agravar el problema, el hecho de que Irlanda y G.B. tengan el mismo clima hace que se trate de productos muy similares.
Entonces, ¿Hay futuro para la producción de frutas y verduras en este entorno?
Esto sugiere que la industria irlandesa de frutas y verduras está amenazada por esta situación y exigen cambios fundamentales en la relación entre productores individuales y empresas de contratación, así como una mayor difusión de información de la industria.
Fuente: independent.ie