La industria de las setas ha sido testigo de algunos cambios en los últimos años. En 1990, Holanda podía jactarse de 852 fincas de hongos. Ahora, ese número se ha reducido en alrededor de 200. En Polonia, por otra parte, la producción se ha más que duplicado, y los agricultores polacos han suplantado la exportación holandesa a Alemania.
Tonny Hooijmans, de Oké Trading, no ve una gran expansión de Polonia en los próximos años.
"No están haciendo mucho en este momento", dice. Eso no significa, sin embargo, que no se espere rivalidad. "En los países de nuestro entorno existe la creciente demanda de productos locales. Esto pone presión sobre países como Francia, Alemania y el Reino Unido."
El productor Arno van den Oord, de Champoord, suministra junto con los productores polacos, pero esta colaboración se está atenuando: "La competencia de Polonia está aumentando pero están lejos de suplantar a la exportación holandesa."