La temporada de la uva se encuentra tan solo en el segundo tercio de su duración, así que los productores están intentando sacar el máximo de su producto y recoger la mayor parte del cultivo en las próximas semanas antes de que vuelva el temporal. "Existe la preocupación de que la lluvia cause moho u oídio a las uvas", ha añadido Groot. "Esto hace que pierdan valor y también afecta al sabor, además de al contenido de azúcar de las uvas".
Las uvas son uno de los mayores cultivos del condado de Monterey; el año pasado aportaron 140 millones de dólares, alrededor de 2 millones en el condado de Santa Cruz. "Con un poco de suerte no habrá consecuencias, y si las hay, serán mínimas", ha concluido Groot.
Fuente: www.kionrightnow.com (en inglés)