“Estamos invirtiendo en nuestro sistema de China porque estamos construyendo allí una enorme organización, así podremos estar preparados para ayudar a los consumidores que quieran exportar a China", ha declarado el director ejecutivo Nils Smedegaard Andersen.
La segunda mayor economía mundial tiene como objetivo un crecimiento más sostenible mientras se prepara para un cambio en el liderazgo con el vicepresidente Xi Jinping listo para sustituir al presidente Hu Jintao como cabeza del Partido Comunista Chino. El primer ministro Wen Jiabao ya ha fijado el objetivo del crecimiento económico chino y el Gobierno fomenta la demanda del consumidor y disminuye la dependencia del país de las exportaciones.
“Será muy, muy positivo para nosotros, y probablemente para el resto del mundo, que China logre este desarrollo", ha dicho Andersen. "Ya se puede reconocer la tendencia a medida que aumentan las importaciones chinas. Ya está ocurriendo".
Por ahora, la línea de contenedores de Maersk, que opera con el 15% del comercio de consumo que genera el océano, sigue enviando contenedores vacíos a China mientras las importaciones continúan superando en número a las importaciones.
El valor de las exportaciones chinas ha aumentado un 11,6% respecto el año anterior hasta 176 000 millones de dólares, según las estadísticas comerciales publicadas el 10 de noviembre por la Administración General de Aduanas con sede en Pekín.
Aun así, el comercio exterior de China se ha expandido a una velocidad menor que el pasado año en los primeros diez meses del año, según el informe del 10 de noviembre, poniendo así en riesgo el objetivo gubernamental para 2012 del 10% de crecimiento. En octubre, las exportaciones aumentaron un 7,8%, mientras que las importaciones ganaron un 4,6% y dejaron un superávit comercial de 180 200 millones de dólares.
Fuente: businessweek.com (en inglés)