Como resultado de la declaración, ni sus acreedores rusos ni sus acreedores occidentales pueden exigir sus activos en el extranjero, según la ley del Reino Unido. Esta es la primera vez que un empresario ruso ha buscado protección ante los bancos en tribunales extranjeros.
Las actas del tribunal establecen que Kekhman está sujeto a la jurisdicción del Tribunal Superior, pese a ser un ciudadano ruso, debido a sus substanciales activos en el Reino Unido.
La empresa matriz de JFC fue declarada insolvente en marzo y se inició un procedimiento de bancarrota. Las deudas de la empresa con las entidades legales rusas ascienden a 38.500 millones de rublos (más de mil millones de euros).
Fuente: rapsinews.com (en inglés)