Alrededor de un 60 por ciento del cultivo de fresas de Webster Farms Ltd., en Cambridge, que equivale a unos 132.500 litros de berries, se perderá debido a un contraataque contra dos virus que incapacitan las plantas, según explica Chris Webster en una entrevista.
Dice que la propagación de los virus en el valle indica que la industria de la fresa de la provincia se enfrenta a una seria amenaza.
“Este es el primer caso documentado de virus en las fresas del valle de Annapolis", dice Webster sobre la devastación que ha sufrido la finca de su familia, una de las instalaciones más conocidas de Nueva Escocia en la que el cliente puede cosechar sus propios berries.
“Podríamos ser los primeros afectados por los virus, pero también estamos seguros de que no seremos los últimos".
Webster explica que él y sus hermanos, Greg y Brian, tomaron la difícil decisión de arar para enterrar unas 5,6 hectáreas de plantas después de determinar que no podrían sobrevivir al ataque vírico.
Existía el riesgo de que los virus se propagaran rápidamente y destruyeran las cuatro hectáreas restantes de la finca dedicadas a las fresas esta temporada.
Webster admite que él y sus hermanos no han podido evaluar las pérdidas en términos económicos, porque de un día para otro decidieron que había que destruir las plantas inmediatamente. Ese proceso todavía continuaba el viernes.
Calcular el número de plantas que hay que destruir es difícil porque se multiplican muy deprisa. Sin embargo, Webster estima que se perderán más de un millón de plantas.
Además de la pérdida de plantas y berries, Webster calcula que se verán afectados más de 100 trabajadores de temporada.
“Esta es la mayor amenaza para nuestra industria a la que jamás nos hayamos enfrentado, y sabemos muy poco de con qué tratamos y cuál es su alcance", asegura Webster. "Los científicos lo están estudiando, pero sabemos que podría afectar a otros productores del valle de Annapolis".
Existe cierto acuerdo entre agricultores y científicos de que los áfidos que transmiten los dos virus que amenazan a las plantas de fresa no han podido viajar lo suficiente por sí solos como para infectar el valle de Annapolis.
“Ahora están aquí y es un desastre", dice Webster. "Es algo que no nos habíamos encontrado durante tantos años cultivando fresas".
Fuente: thechronicleherald.ca