Unos investigadores del Instituto del Uso de Plantas para la Salud Humana (PHHI, por sus siglas en inglés) de la Universidad Estatal de Carolina del Norte, situado en el campus de investigación de la universidad en Kannapolis, están fusionando proteínas en polvo y harinas de las que se encuentran en las tiendas de nutrición, con compuestos beneficiosos para la salud obtenidos de la col crespa y de las uvas moscatel.
La investigación aborda un desafío militar fundamental: cómo proporcionar dietas equilibradas (que incluyan frutas y hortalizas) a las tropas en el campo de batalla que tengan un sabor apetitoso al mismo tiempo tengan una buena vida útil, sean fáciles de transportar y tengan la función de proteger la salud.
La respuesta, según los investigadores del PHHI, reside en una tecnología patentada que están utilizando para desarrollar ingredientes enriquecidos con nutrientes que pueden utilizarse para elaborar bebidas, barritas energéticas, galletas y otros aperitivos saludables para los soldados.
El Centro de Estudios de Procesamiento y Embalaje Avanzados (CAPPS, por sus siglas en inglés), un programa iniciado por la Fundación Científica Nacional diseñado para estimular las asociaciones entre la industria y las universidades, ha concedido 60 000 dólares en subvenciones para ayudar a financiar el proyecto. El Centro de Sistemas para Soldados del Ejército en Natick, la organización del Ejército responsable del desarrollo y de la gestión de elementos de apoyo para el soldado, como alimentos, ropa y refugios, miembro del CAPPS, se beneficiará de los resultados del PHHI.
La investigación muestra que existe una estrecha relación entre la actividad física extenuante y el estrés mental —experiencias comunes para muchos soldados— y la inflamación y las respuestas negativas del sistema inmunitario, que a su vez pueden aumentar el riesgo de sufrir heridas y de que el rendimiento físico y mental disminuya. Las raciones de combate suplementadas con compuestos de frutas y hortalizas naturales, seguros y efectivos podrían contrarrestar algunos de estos impactos negativos para la salud y reducir el riesgo de sufrirlos, según indica Mary Ann Lila, directora del PHHI y coordinadora de investigación del proyecto.“Las frutas y hortalizas frescas son un componente fundamental para la dieta diaria y la salud, en especial para los soldados expuestos a condiciones duras y retos mentales y físicos cada vez más exigentes", explica Lila. "Los compuestos naturales que se encuentran en las frutas y hortalizas pueden ayudar a incrementar la capacidad cognitiva, mejorar la función inmunitaria y evitar el desarrollo de enfermedades crónicas en los soldados".
A partir de las frutas y hortalizas frescas y mediante una tecnología patentada desarrollada por la Universidad Estatal de Carolina del Norte y la Universidad Rutgers, el equipo de Lila, formado por investigadores del PHHIm extrae los compuestos saludables de las uvas moscatel, como las antocianinas, los pigmentes que le dan su color azul, morado o rojo y combaten las enfermedades crónicas y el cáncer; así como compuestos de la col crespa, como los glucosinolatos que tienen propiedades anticancerígenas.
Los extractos de col crespa y moscatel atraviesan una serie de fases en las que se eliminan los azúcares, las grasas y el agua innecesaria, lo que reduce el peso del producto final y hace más fácil concentrar los compuestos beneficiosos para la salud. La mezcla resultante de jugos se combina con proteína en polvo y harinas —a base de soja para la mezcla de moscatel y a base de cáñamo para la col crespa— para crear ingredientes saludables, duraderos y funcionales.
Este proceso da como resultado raciones de alimentos bajas en calorías, de poco peso y sabrosas, según explica Scott Neff, investigador asociado del PHHI que ayuda a coordinar el trabajo en el laboratorio de Lila.
Fuente: southeastfarmpress.com