El año pasado, el Gobierno acordó un precio mínimo de 99 florines húngaros (0,34 euros) por kilo, mientras que el precio al por mayor de las importaciones era de 60 florines (0,20 euros). Esto dio lugar a una investigación por parte de la Oficina de Competencia (GVH, por sus siglas en húngaro), pero fue abandonada después de que el Gobierno aprobara una ley para realizar sondeos de los precios agrícolas (incluso los que ya estaban en curso) sujetos a aprobación ministerial.
Fuente: budapesttimes.hu