Un estudio de ocho años de más de 25.000 personas, demostró que la ingesta media diaria de los carotenoides betacriptoxantina y zeaxantina era un 40 y un 20 por ciento menor respectivamente en los pacientes con artritis que en los participantes sanos.
Además, los pacientes con el consumo más elevado de betacriptozantina y zeaxantina eran casi la mitad menos propensos a desarrollar atritis en varias articulaciones que los que consumían menos cantidad.
Los mangos, los melocotones, las naranjas y las sandías son ricos en betacriptoxantina, mientras que la zeaxantina está presente en los pimientos naranjas, el maíz, las espinacas y los guisantes.