La virescencia de los cítricos se encontró por primera vez en los campos de Florida, en Southern Gardens, en 2005, poco después de que Kress llegara a la empresa. Desde entonces, ha destruido más de un cuarto de los árboles de la compañía. "Hemos perdido más del 25 por ciento de nuestros árboles, más de 700 000 desde que se halló la enfermedad", añade Kress.
"La virescencia de los cítricos es sin duda una gran amenaza para esta industria en todo el mundo, no solo en Florida", explica el doctor Calvin Arnold, director de laboratorio del Laboratorio de Investigación Hortícola del USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos) en Fort Pierce. El doctor Arnold es muy consciente de la investigación que Kress y de su equipo en Southern Gardens Citrus están haciendo con el gen de la espinaca y dice que "esos genes de espinaca tienen una alta probabilidad de ser muy seguros".
También subraya que uno de los proyectos de investigación del Gobierno que parece muy prometedor es el que utiliza un gen de un familiar de los cítricos: el Poncirus trifoliata o naranjo trifoliado. En su opinión, la ciencia logrará salvar la industria citrícola.
Ricke Kress explica que hasta el momento, los árboles con el gen de la espinaca siguen siendo sanos, pero todavía tendrán que pasar al menos cinco o seis años hasta que se pueda obtener zumo de naranja de los frutos producidos por estos árboles. Sin embargo, es consciente de que también tiene que convencer a los escépticos de que una naranja modificada genéticamente es segura. "Si no les comunicamos y explicamos a los consumidores el proceso de lo que estamos haciendo, no servirá para nada", asevera. Para Ricke Kress, una de sus prioridades, además de encontrar una solución para la virescencia, es encontrar un modo de convencer a los consumidores de que modificar la naranja quizá sea la única forma de salvarla.
Fuente: winknews.com