Theo y su hijo Willem Kampschoer.
De acuerdo con Theo, el microclima de Bretaña es lo que salva el cultivo de coliflor. “Supone que podemos producir en momentos en los que otras áreas de producción no pueden. Podemos producir coliflores prácticamente durante todo el año y apenas sufrimos a causa de las heladas. Ahora estamos entrando en el mercado con grandes cantidades y todavía hay suficiente coliflor en los países de Europa del Este como Polonia y Eslovaquia, pero si las temperaturas bajan de -10 en unos pocos días, tendremos una gran cantidad de países compradores tras un par de semanas. Este es el motivo por el que no se puede predecir lo que hará el mercado. Todo depende mucho de las condiciones meteorológicas y de la oferta desde Italia y España”.
Frescas todos los días
Theo espera que la cantidad de exportación francesa caiga incluso más durante los próximos días. “Es necesario seguir sirviendo a tus clientes bien. Nosotros no acumulamos almacenamiento y comenzamos con productos frescos cada día. Este es el motivo por el que siempre trabajamos sábados y domingos para preparar los envíos frescos a los países del este de Europa. La calidad extra siempre vende, aunque se tiene que trabajar duro para mantenerse a flote. Exportamos de 15 a 40 camiones cada día y funcionamos gracias a ese volumen. Sí sólo puedes sacar dos o tres camiones, es mejor dejarlo”.
La opinión predominante en los Países Bajos es que la coliflor francesa es pequeña, pero el exportador afirma que eso no es cierto para la coliflor que ahora mismo está en el mercado. “La coliflor de hibernación, que está en el campo entre seis y ocho meses, vende un poco mejor que la española, que se cosecha en dos o tres meses. En Francia, la coliflor se planta en julio y se recolecta en abril”, explica Theo. La ventaja de la subasta en Bretaña es la oportunidad que brinda de comerciar grandes volúmenes en Francia, continúa el exportador neerlandés. “Si un cliente pide un viernes cargar 50 camiones para el domingo, no hay muchos proveedores en España que puedan hacerlo”.
Theo cree que no se debería sobreestimar la ventaja de llevar la conocida marca Prince. “Muchos clientes no quieren una marca. Y hay coliflores con la marca Prince de Bretagne que no cumplen con nuestros estándares de calidad. Por este motivo se ha discutido largamente sobre el color y la dureza de la coliflor durante el pasado año. Sabemos dónde comprar nuestro producto y quiénes son los mejores productores, pero es distinto en cada almacén. Nuestro propio nombre y trazabilidad son más importantes que la marca Prince de Bretagne. Tenemos la certifiación QS y ese es un estándar muy estricto en el área del control fitosanitario. También tenemos la ISO 22000-2005 y la ISO 9001-2008”.
La fruta de hueso
La facturación de la producción de fruta de hueso francesa también está sometida a presión, señala Theo, que trabaja fundamentalmente en el sur de Francia en verano. “España suministra melocotones y nectarinas que cubren el 50% de las necesidades en Francia. Es difícil encontrar los mejores productores para trabajar con nosotros y que se mantengan a flote. La última temporada se vendió a Alemania desde España por 88 céntimos, mientras que el precio de coste en Francia estaba alrededor de 1,40 euros”.
Kampexport se centra en los mercados Europeos. “Tenemos unos cuarenta mayorista europeos que compran varios palés diarios. La calidad extra siempre puede venderse. Cada vez se ven más mayoristas buscando productos de calidad excepcional en los últimos años. Este es el motivo por el que extendemos nuestra base de clientes de nuevo este año”.
Otro factor destacado para Kampexport este año ha sido la temporada de la alcachofa. “Vendimos más alcachofas en una temporada este pasado verano que en todos los años anteriores juntos. Nos fue muy bien. Creo también que hay crecimiento en el mercado de los productos ecológicos y nuevos mercados en Europa del Este. Países como la República Checa, Bulgaria, Rumanía y Hungría todavía están en desarrollo. El mayor reto será tener suficiente transporte disponible. Una gran cantidad de transportistas han desaparecido en esta región y es difícil suplirlos con camiones de otros países”.
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