Frank Caruso se retiró hace poco tras 28 años en la Estación de Arándanos Rojos de la Universidad de Massachusetts. Ahora está realizando una investigación para la industria de los arándanos rojos de Washington y espera conseguir una vida útil más larga para este fruto. Los arándanos rojos suponen 285,5 millones de dólares anuales en los Estados Unidos.
“Algunos productores pueden perder hasta el 30 por ciento de su cosecha" a causa de la podredumbre, que la mayoría de las veces es provocada por los hongos, según Caruso. "Es una pérdida significativa. El fin último de mi investigación es ayudar a los productores a reducir ese porcentaje de pérdida de frutos".
Caruso está estudiando qué especies de hongos contribuyen a la podredumbre en el campo y en el almacén. El investigador recibe muestras de arándanos rojos en intervalos regulares desde seis parcelas del sudoeste de Washington: tres de bayas que se venderán en fresco y tres que se venderán en conserva. Caruso sigue la evolución de los hongos encontrados en las bayas a lo largo de todo su desarrollo y maduración, desde agosto hasta noviembre.
Una vez identificados los hongos, Caruso correlacionará sus hallazgos con las aplicaciones de fungicidas de los productores. Esto ayudará a determinar qué cambios se necesitan para reducir las pérdidas causadas por la podredumbre de la cosecha.
El trabajo de Caruso está financiado por una subvención de un año de duración —que podría convertirse en un proyecto plurianual— que aportan el Cranberry Institute (sin ánimo de lucro) y la compañía alimentaria Ocean Spray. Caruso trabaja en el laboratorio de patología vegetal del Centro de Extensión e Investigación de la Universidad Estatal de Washington bajo la dirección de Debbie Inglis.
Fuente: wsu.edu