750.000 cestas en solo cuatro días sin devaluar el producto, que realmente costaba 5,60 euros por kilo. Por tanto, todavía es posible vender pese a la crisis.
"El hecho de que los minoristas tengan más poder de negociación no es cierto. Un estudio de Nomisma encargado por ADM muestra que por cada 100 euros que paga el consumidor, solo hay 3 euros de beneficio; 0,70 euros van a los distribuidores, 0,80 euros a los productores y el resto va a la industria. La mayoría de los beneficios se destinan a los costes de energía, envasado y transporte. Esto es lo que afecta a nuestra competitividad y lo que hay que solucionar".