Desde su punto de vista, el cultivo de arándanos sigue siendo un negocio rentable. "Hace cinco años, nos parecía que los precios iban a caer drásticamente debido a que había muchas nuevas plantaciones y el consumo no mostraba aumentos significativos. En los últimos años, debido a sus conocidos beneficios para la salud, se ha producido un auge de los arándanos que ha permitido que los precios se mantengan estables a niveles satisfactorios para los productores y los procesadores", explica Piotr Milewski.
Añade que incluso a diez años vista, es seguro que los arándanos seguirán siendo un negocio rentable. "Podría ser incluso más tiempo si lográsemos abrir nuevos mercados. Hace algunos años, solo vendíamos fruta a Inglaterra, y ahora enviamos grandes lotes también a los Países Bajos, Alemania y los países escandinavos. También tenemos solicitudes de los países árabes, pero esto conlleva dificultades logísticas. También nos gustaría exportar a Asia, pero aquí nos enfrentamos a la competencia de los Estados Unidos", indica el director general de Milbor.
Milewski explica que el consumo en Polonia está aumentando, pero la diferencia entre los mercados nacional y occidental es bastante grande, lo que los ha llevado a centrarse casi exclusivamente en las exportaciones. "Solo en torno a un cinco por ciento de nuestra producción de este año se ha vendido en Polonia", afirma.
La demanda de los arándanos polacos en los mercados occidentales es un fenómeno. "Polonia, debido a su ubicación geográfica, produce la fruta cuando la temporada en Europa Occidental ha concluido. Además, la agricultura polaca se encuentra en un nivel muy alto y ahora somos el segundo mayor productor de arándanos de Europa, después de España. Tenemos capacidad de suministrar grandes volúmenes a precios favorables", señala Piotr Milewski.
La producción en Polonia es dispersa. Hay grandes plantaciones en Pomerania, Podlasie y en la región de Lublin, donde el cultivo de otras bayas también es habitual.
La temporada polaca del arándano dura tres meses: julio, agosto y, posiblemente, septiembre. "El más difícil es agosto, ya que es el pico de la temporada. La mayoría de las plantaciones de Polonia son de una variedad que empieza a ser productiva a finales de julio y principios de agosto; después, atravesamos una gran caída de precios", añade el director general de Milbor.