“Queremos controlar toda la cadena. La calidad, las pruebas, el sabor… Queremos ser transparentes al respecto. Ahora sabemos exactamente de dónde viene el producto y qué es lo que se le ha hecho”, explica el productor de tomates de aperitivo Bas van Leeuwen, que dirige los viveros Westburg (19 ha) junto con su hermano Ton. La compañía lleva importando tomates de aperitivo en invierno algunos años. Las ventas se han ido doblando año a año, pero la importación tiene algunas desventajas. “Nuestro producto tiene que cumplir con demandas estrictas y con la importación nunca sabes exactamente por qué procesos ha pasado el producto. Queríamos comprobar cada palé, sólo para estar seguros. Además, sólo se tiene cierta influencia en la elección de la variedad y el método de cultivo. El cultivo bajo iluminación artificial no es una opción viable para los tomates de aperitivo y ese es el motivo por el que optamos por una ubicación de cultivo en el extranjero”.
Después de llevar a cabo una investigación en Turquía y España, se eligió Marruecos por el espacio disponible, las facilidades logísticas, el clima de cultivo y las posibilidades de futuro. Westburg se ha convertido en socio de un proyecto existente en la región de Berkane, conocida por su producción de cítricos. El trabajo se lleva a cabo en 25 hectáreas de invernaderos de plástico y hay espacio para una ampliación.
En colaboración con el emprendedor español, se cultivan tomates de aperitivo amarillos, rojos y naranjas, entre otras cosas. Esta semana ha llegado el primer suministro y Van Leeuwen está más que satisfecho. “El sabor, la calidad, el tamaño… Todo estupendo. Y los residuos están muy por debajo de los estrictos estándares de LMR de los supermercados. Justo como nos gusta”.
Una superficie de 25 hectáreas puede parecer demasiado para una compañía que sólo trabaja en 19 hectáreas en los Países Bajos. ¿Hay demanda para tanto producto? “La productividad no es comparable con la de los Países Bajos. La producción digna de exportación allí, aquí se cultivaría en 1/3 de la superficie”, explica Van Leeuwen. “Pero hay clientes. En el segmento de los aperitivos en particular se necesitan compradores antes de comenzar con algo así”. Corné van Winsen, de ZON fruit & vegetables, añade: “Desde el comienzo de la importación, hemos visto crecer la demanda de productos de aperitivo cultivados en invierno. Ahora estamos sirviendo a nuestros clientes producto con sabor y calidad cultivado bajo nuestro control durante todo el año. Y los tomates de aperitivo pueden exportarse a Rusia, ya que son de origen marroquí. Ese no era nuestro mercado objetivo cuando elegimos la ubicación en junio, pero con el correspondiente papeleo adicional podemos suministrar a Rusia”.
Invernaderos en Marruecos.
Westburg no trabaja con gabinetes asesores, pero tiene un empleado en el vivero neerlandés-marroquí para organizar el funcionamiento diario del negocio. Uno de los hermanos también vista la ubicación cada tres semanas. “Aparte de eso, trabajamos con los locales”.
Van Leeuwen explica: “El transporte está climatizado, no se mezcla con otros productos. Usamos dos conductores para acortar el tiempo de tránsito. Mediante la comunicación durante el viaje, sabemos exactamente cuándo llegará un camión y podemos procesarlo inmediatamente. Gracias a todo esto, podemos cosechar un producto más maduro y eso va en beneficio del color y del sabor”.