El equipo lleva desarrollando el proyecto más de un año n la prefectura de Mie, en el oeste de Japón, aprovechando su alta producción de naranjas.
Según un informe aparecido en el diario Asahi el martes, los científicos han podido poner en funcionamiento un vehículo teledirigido de catorce kilos con una mezcla de gasolina y el nuevo biocombustible a partir de naranja.
"Este biocombustible tiene potencial para utilizarse en tractores y segadoras agrícolas que funcionen con gasolina", explica Yutaka Tamaru, profesor de Bioingienería de la Universidad de Mie.
Los científicos mezclaron naranjas podridas y dañadas y residuos de naranja en depósitos con la bacteria Clostridium cellulovorans, obtenida de virutas de madera. La bacteria descompone las fibras de celulosa y produce una especie de azúcar fermentable. Cuando el azúcar fermenta junto con otro microorganismo, produce el biocombustible de naranja en diez días.
El equipo fue capaz de extraer en torno a veinte mililitros de biocombustible a partir de tres kilos naranjas desechadas y residuos de naranjas.
El combustible resultante es menos corrosivo que el bioetanol, ya que contiene un setenta por ciento de biobutanol, que no reacciona fácilmente con la humedad.
Además, el biobutanol tiene un poder calorífico más alto que el bioetanol, lo que permite que el porcentaje de biocombustible sea mayor cuando se mezcla con gasolina.