Durante la temporada de plantación (de enero a marzo), varios viveristas y comercializadores se pusieron en contacto con los productores para presentarles las llamadas variedades de importación y los productores han estado comprando y plantando los plantones sin verificación.
KD Verma, científico hortícola y agricultor, señala que el estricto cumplimiento de las directrices de cuarentena es imprescindible. Existen varios viveros registrados y no registrados de productores de manzanas y todos afirman ser los mejores. Sin embargo, en el Gobierno solo se han registrado poco más de cien, mientras que el resto aseguran ser viveros autentificados que venden cientos de miles de plantas de diferentes variedades cada año. "Pero no se comprueba si las plantas son seguras o si portan alguna enfermedad o algún virus. En otros países, las plantas se arrancan y la tierra se trata si se halla algún virus", añade Verma.
Si los productores del estado quieren que su producto compita con las manzanas de importación, es necesaria la introducción de nuevas variedades. "Tienen que cultivarse las últimas variedades de portainjertos de manzana como la m 111, la m 9 y la m 793, ya que dan fruto pronto", indica Lakshman Thakur, un productor de manzanas que hace poco que ha vuelto de Italia, donde ha estudiado la industria de la manzana.
También ha recalcado el vacío entre la investigación y la extensión del Departamento de Horticultura del estado, así como la universidad.
Los productores progresivos han estado importando manzanos desde varios países y dicen que han seguido las directrices de cuarentena, pero el Gobierno del estado no ha hecho nada para verificar su autenticidad.
Este mismo año, el Gobierno propuso un cambio en la ley de registro y certificación de viveros del estado, que tiene cuarenta años de antigüedad, pero no se logró nada.