La Escuela de Agricultura de la Región Tropical Húmeda (EARTH) y las empresas Ad Astra Rocket y Pulpas de Celulosas de Centroamérica trabajan en un plan piloto. Se trata de tomar el rastrojo de la piña y generar gas metano, que luego sería convertido en energía eléctrica.
Lo que se pretende es reducir los costos de producción y generar un beneficio ambiental para las piñeras.
El proyecto se presentó al Consejo Nacional para Investigaciones Científicas y Tecnológicas para conseguir financiamiento, dijo José Zaglul, rector de la EARTH.
Las piñeras son grandes consumidoras de electricidad, debido a que la producción es más sofisticada que otros cultivos. Se requiere maquinaria que enfríe el agua, luego la fruta pasa a plantas empacadoras y de ahí a cuartos fríos.
La inversión en procesamiento y refrigeración se estima en unos 70 $ por contenedor, explicó Christian Herrera, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña.
“El punto óptimo sería industrializar el rastrojo y el remanente dejarlo para que pueda integrarse al campo para la sostenibilidad del suelo”, agregó.
Por cada hectárea cosechada de piña se generan 360 toneladas de rastrojo. Actualmente, el residuo se reincorpora a la tierra luego de cada cultivo.
Ad Astra Rocket ya puso a funcionar con éxito un generador eléctrico que usa mezclas de hidrógeno y biogás.
“El metano que se produciría del rastrojo de piña podría utilizarse para alimentar un motor generador que produce electricidad. Algo similar al proyecto que actualmente tenemos con la Universidad EARTH y Cummins”, dijo Juan Ignacio del Valle, ingeniero de Ad Astra Rocket.
Inicialmente sería energía para autoconsumo de las piñeras, pero si quedara un excedente se le podría vender al Instituto Costarricense de Electricidad.
El plan se maneja por etapas. La primera es desarrollar un mecanismo eficiente y económico para recolectar el rastrojo, envasarlo y transportarlo al lugar donde se pueda aprovechar en comunidades cercanas a las piñeras.
Para el futuro, el rastrojo de la piña también serviría para otros procesos, debido a que hay un uso comprobado en la producción de fibra para ropa y de ceras naturales para la industria alimentaria y farmacéutica, según el plan de Marcos Esquivel, presidente de Pulpas de Celulosas de Centroamérica.
Fuente: La República