La cosecha de las mandarinas Satsuma estará culminando en las próximas semanas con resultados un poco contradictorios. Si bien las altas temperaturas afectaron en alguna medida el nivel de acidez y el color de la piel de la fruta al inicio de la temporada, esto no ha menguado la demanda de estas. “La demanda está estable y ha sido mucho más activa que en años pasados. Creemos que se debe, principalmente, a que en el hemisferio norte las cosechas se terminaron antes de tiempo, lo que permitió que no haya mucha concentración de cítricos como otros años. La disminución en la producción española incentivó el aumento de los precios significativamente”, asevera Marianela Rodríguez, representante de CPF.
“Estos precios históricos que logramos conseguir están compensando relativamente la disminución en nuestra producción. Empezamos la temporada con una previsión de 350 contenedores, pero calculamos que no exportaremos más de 250, lo que es relativamente bajo para un año ‘on’ como este. El fenómeno de El Niño nos afectó, pero aunque ahora los precios ya se están normalizando, tenemos expectativas de que esto no afectará significativamente a los productores”, continúa Rodríguez.
En las próximas semanas estará empezando la cosecha de las variedades Nova y Tangelo. “La temperatura continúa un poco más alta que la histórica, lo que nos obliga a tener una actitud más preventiva y realizar diversos controles semana a semana para comprobar la evolución de la fruta, pues las altas temperaturas podrían retrasar su coloración. Para que una mandarina cambie de color necesita el cambio brusco de temperatura de la madrugada al día, pero ahora estamos con una temperatura estable y 2 grados más alta de lo normal. Estas condiciones hacen que el cambio de color sea más lento”, reafirma la vocera.
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Marianela Rodríguez
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