El secretario de Estado de Comercio de Francia anunció el pasado 30 de agosto que su país solicitará a la Comisión Europea que interrumpa las negociaciones sobre el tratado de libre comercio entre la UE y EE. UU. conocido como TTIP.
"Francia ya no apoya políticamente estas negociaciones y pide que se abandonen", declara Matthias Fekl a la emisora de radio RMC.
Estados Unidos y la Unión Europea están negociando la propuesta de la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (ATCI, o más conocida como TTIP, por sus siglas en inglés), que crearía la mayor zona de libre comercio del mundo. El TTIP y su equivalente Asia-Pacífico, el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica, son dos de los puntos principales de las políticas de Barack Obama y están diseñados para eliminar muchos de los aranceles y facilitar el comercio.
Sin embargo, las negociaciones se han atascado debido a los términos del acuerdo, al brexit y al aumento de la oposición al acuerdo en Francia y Alemania.
Fekl afirma que las negociaciones solo favorecen a los estadounidenses. "Estados Unidos nos da las migajas, o no nos da nada, y así no es como negocian los aliados", opina. "Debemos interrumpir definitivamente estas negociaciones para volver a empezar con buen pie".
Fekl explica a la CNBC: "Estados Unidos es proteccionista; Europa es más abierta", y añade que Francia está dispuesta a retirarse si la situación no avanza.
Francia expondrá sus argumentos en una reunión de ministros de Comercio Exterior en Bratislava en septiembre.
Las declaraciones de Fekl llegan después de que el vicecanciller de Alemania, Sigmar Gabriel, dijera este fin de semana que el TTIP ha fracasado, "pero nadie lo quiere admitir".
El primer ministro de Francia, Manuel Valls, considera "imposible" que ambas partes terminen de negociar el acuerdo este año.
Dos diplomáticos han comentado a micrófono cerrado que las negociaciones podrían suspenderse tras las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre y las elecciones en Francia y Alemania el año que viene.
Los opositores al TTIP argumentan que el acuerdo beneficiará solamente a las multinacionales y perjudicará a los consumidores.