En China, concretamente, Ziv afirma que, aunque hay oportunidades por la creciente demanda de pomelos, el país sigue siendo una gran incógnita, debido a sus estrictas regulaciones y a "la necesidad de registrar nuestras plantaciones con mucha antelación y pasar todo tipo de pruebas". Ziv también está preocupado por lo que pueda pasar cuando haya muchos exportadores con acceso al mercado, ya que "podría desembocar en una guerra de precios".
De hecho, comercializar algunos productos, como las clementinas Orri, se ha vuelto más difícil este año por la competencia de España, y "también hemos estado intentando desarrollar nuevos mercados, como Norteamérica, Japón y otros países orientales. El mayor problema es que, con los precios que hemos estado recibiendo los últimos dos años, necesitamos cierta producción para que nos dé beneficios. Si nuestro rendimiento es bajo, no podremos sobrevivir", asegura.
"En cuanto a los limones, que destinamos sobre todo al mercado interno, puede que necesitemos encontrar mercados de exportación para equilibrar la oferta y la demanda", aunque les resulta imposible competir contra países como Turquía, donde el agua es más barata y cuyos costes de producción son más bajos. Hay otros factores, como el veto ruso, cuya retirada "reduciría parte de la presión en Europa y nos daría más espacio, pero es muy difícil predecir lo que ocurrirá".
En cuanto a las Minneola, Ziv afirma que siguen siendo un producto de nicho y que su demanda procede sobre todo de Sudamérica, Países Bajos, Bélgica y Francia. "Aunque sigue siendo un producto pequeño, se ha vuelto más interesante que hace cinco o seis años".
En todo caso, uno de los productos con mejor rendimiento en los últimos tres o cuatro años es el aguacate, lo que ha motivado a muchos productores a sustituir sus cultivos menos rentables por aguacateros. "La demanda mundial de aguacates está en auge y, en general, los productores están muy contentos. Si hay dos buenos artículos en la industria global de las frutas y las hortalizas, son los aguacates y los dátiles. Dependiendo del calibre y de la variedad, pueden dar mucho dinero", asegura.
BeFresh Europe espera producir unas 100.000 toneladas de aguacates este año, "de las cuales el 50% son para exportar y el otro 50% para el consumo local. Con todas las plantaciones nuevas de los últimos años, la producción podría aumentar hasta las 150.000 toneladas". La mayor pregunta de la industria es si el mercado se decantará más por las variedades verdes o por la Hass. "Ahora mismo, dependiendo de la región, la proporción de las plantaciones es de un 60% de Hass y un 40% del resto", calcula.
La empresa comercializa otros productos, como los mangos, cuya temporada ha estado exenta de sorpresas, y las granadas, de las cuales Israel tiene variedades tempranas y tardías. "La variedad temprana (que se cosecha en julio) tiene un buen nicho, ya que llega cuando el mercado está vacío, pero, más tarde, llegan también otros países, como Egipto, Turquía o Marruecos, y el mercado europeo se satura", explica, por lo que es importante firmar programas con los minoristas que estén dispuestos a pagar más por sus frutas seguras y de buena calidad. "También estamos intentando desarrollar algunos mercados nuevos en Singapur, Hong Kong o Canadá, pero, al final, la situación siempre es la misma: hacen falta programas".
En general, Ziv concluye que una de las características del sector de las frutas y las hortalizas es que todos los años se reparten cartas diferentes, así que "nos vemos obligados a adaptarnos constantemente a las situaciones nuevas". Esa es una de las razones de su escepticismo sobre la intención de algunos minoristas de tratar con los productores directamente, sin intermediarios, ya que es un proceso muy complejo que entraña mucho dinero y conocimientos.
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