La recuperación del melón Oka en el huerto de la abadía ha sido posible gracias a un agricultor de semillas ecológicas, Jean-François Leveque, que tiene como misión de reavivar la herencia agrícola de Quebec.
Los monjes de la abadía de Val Notre-Dame fundaron una escuela de agricultura en 1893, cuando vivían en Oka, cerca de Montreal. En algún momento a lo largo de los años, los monjes perdieron el melón Oka.
Sin embargo, cuando Jean-François Leveque lo descubrió buscando en los archivos de un banco de semillas americano, supo que tenía que devolverlo a la vida.
Su trabajo ha dado frutos y el pasado verano, por primera vez en décadas, los monjes de Val Notre-Dame cosecharon el melón Oka.
Fuente: fcc-fac.ca