"Las heladas primaverales de este año han provocado enormes pérdidas en términos de volumen. Las más afectadas han sido las cerezas, con una caída del 60%, y las menos afectadas, las fresas, con un descenso del 11%. En general, la cosecha de fruta ha sido más reducida que en 2016, por lo que los precios han mejorado y la rentabilidad de la producción ha sido más alta", explica Bogucki. Añade que la menor producción también ha supuesto una menor oferta de alimentos congelados, zumos y otros productos procesados, así como menos oportunidades de exportación.
Citando datos del Instituto de Economía Agrícola y Economía Alimentaria (IERiGŻ), el viceministro indicó que los precios de las cerezas y las fresas son los que más se han elevado, mientras que las frambuesas han registrado un crecimiento menor. Este año, las cerezas para congelar han tenido un coste medio de 4 eslotis por kilo (en comparación con los 1,45 eslotis por kilo del año pasado). En el caso de las fresas, el precio ha alcanzado 5,50 eslotis por kilo, en comparación con los 5,20 eslotis por kilo del año pasado.
Bogucki también subrayó que, en años previos, a los productores de fruta se les ha concedido una gran cantidad de ayuda (8.000 millones de eslotis) para ayudarlos a crear organizaciones de productores que les capaciten para negociar con procesadores.