¡Suscríbase a nuestra newsletter y manténgase al día con las últimas noticias!

Suscribirse Ya soy suscriptor

Está usted usando un software que bloquea nuestros anuncios.

Ya que publicamos noticias gratuitamente, dependemos de los ingresos de nuestros banners. Por favor, le rogamos que desactive su bloqueador de anuncios y recargue la página para poder seguir visitando esta web.
¡Gracias!

Haga clic aquí para leer la guía de cómo desactivar su bloqueador de anuncios.

Sign up for our daily Newsletter and stay up to date with all the latest news!

Suscripción I am already a subscriber
Romain Cools, de Belgapom, comenta el posible boicot ruso a las patatas fritas

"Ahora que la producción rusa ha aumentado, Putin quiere seguir practicando su deporte favorito"

Puede que haya un boicot ruso para las patatas fritas europeas. En respuesta, Romain Cools, de Belgapom, una asociación belga de comercio y procesamiento de patata, comentó que cerrar las fronteras es meramente una forma de proteccionismo. "Rusia ha intentado aumentar su producción de patata durante años. Sin embargo, el rendimiento promedio se ha mantenido bajo. Para una producción competitiva de patatas fritas, es esencial tener una producción y almacenamiento de patatas constante y rentable, que es en lo que Rusia lleva invirtiendo años. A pesar de esto, el clima continental y la especificación del sector agrícola han supuesto problemas para el país", explica.

En 2017, Rusia importó un total de 118.032 toneladas de patatas fritas congeladas, valoradas en 90,9 millones de euros. Los Países Bajos son el exportador más importante con 52.500 toneladas. Polonia ocupa el segundo lugar con 42.000 toneladas. Francia está en el tercer lugar con 13.000 toneladas y Bélgica ocupa el cuarto lugar con 10.000 toneladas. "La exportación de patatas fritas congeladas de Bélgica es bastante limitada, mientras que los Países Bajos exporta mucho más. Las patatas holandesas se dirigen principalmente a empresas estadounidenses de comida rápida en Rusia. "Ahora que la producción rusa ha aumentado, Putin quiere seguir practicando su deporte favorito", dice Romain. 

"Las consecuencias del posible boicot en la cadena belga de patatas parecen ser muy limitadas, al contrario de las que tendría el mercado holandés. También sería muy probable encontrarse con una competencia excesiva en los mercados europeos y mundiales, pues los productos que se destinarían a Rusia se tendrían que ofrecer en otros mercados. Esto ocurrirá solamente con los productos de patata destinados a canales de venta específicos, como el sector de la comida rápida", concluye Romain.


Para más información:
Romain Cools
Belgapom
3 Sint-Annaplein
9290 Berlare
Fecha de publicación: