El sector bananero sudafricano se enfrenta actualmente a las amenazas de la enfermedad en dos frentes: el primero es el temido Fusarium TR4 que se identificó en la provincia de Nampula en el norte de Mozambique en 2013, donde todavía está presente. Una de las dos fincas afectadas solicitó ser declarada insolvente y espera que nunca más se planten bananas allí. El segundo es la producción de bananas para la exportación, funcionando bajo cuarentena.
Los productores de banana en el sur de Mozambique producen alrededor de un tercio de las bananas que se consumen en Sudáfrica (se espera que aumente en un 50% en los próximos diez años a medida que aumenten los costes de producción en Sudáfrica). Los patólogos de plantas sudafricanos están trabajando estrechamente con estos productores en medidas de bioseguridad para mantener el país libre de Fusarium.
A finales del año pasado, un agente sudafricano importó un lote de bananas de una de las fincas afectadas por el TR4 en el norte de Mozambique a Sudáfrica, lo que causó cierta consternación. Esto ha llevado a la Asociación de Importadores de Productos Frescos (FPIA) y a los científicos a solicitar una revisión de los requisitos de importación de banana de Sudáfrica, un proceso que se inició con conversaciones entre el gobierno sudafricano y su equivalente de Mozambique.
El hecho de que la mayoría de los productores bananeros en el sur de Mozambique sean sudafricanos o tengan vínculos estrechos con empresas sudafricanas, facilita el proceso de bioseguridad. "Geográficamente, la superficie de producción bananera en el sur de Mozambique está cerca de las superficies de producción de Lebombo y Onderberg en Sudáfrica, por lo que es vital proteger ambos sectores", dice Marianna Theyse, director general de FPIA.
En una reciente jornada en Nelspruit se reunieron funcionarios y productores sudafricanos y mozambiqueños con científicos de países afectados por la TR4 (China, Taiwán, Filipinas, Australia y Sudáfrica), para analizar la amenaza y crear conciencia sobre la enfermedad.
El virus Bunchy Top del banano está presente en KZN y Mozambique
El virus Bunchy Top de la banana está presente tanto en Chokwe (sur de Mozambique) como en el sur de KwaZulu-Natal. A diferencia del Fusarium TR4, no permanece en el suelo, pero se transmite por los pulgones. El agua y el suelo son aspectos importantes de la transmisión del Fusarium TR4, mientras que el viento que transporta los áfidos tiene una gran influencia en la transmisión del virus Bunchy Top.
Según Jan-Hendrik Venter, presidente de la directiva, Sistemas de alerta temprana fitosanitaria del Departamento de Agricultura, Silvicultura y Pesca, el virus Bunchy Top de la banana es considerado como una de las cuatro enfermedades bananeras más letales del mundo.
El temor es que la enfermedad llegue a la provincia de Mpumalanga, donde se concentra la mayor parte de la producción bananera de Sudáfrica. En KwaZulu-Natal ya ha afectado al sustento de las aldeas rurales, que han tenido que destruir las plantas infectadas por su propia seguridad alimentaria, acabando con la fuente de ingresos. "Estamos trabajando en campañas para crear conciencia sobre la enfermedad entre las comunidades rurales. Si la enfermedad se identifica en las plantas jóvenes, es físicamente más fácil eliminar las plantas infectadas y reemplazarlas con material de siembra limpio, sin perder demasiado tiempo de producción", explica.
Los costes del control de la enfermedad son altos y se sumarán a los costes de producción de la banana, que ya es un sector con bajos márgenes. Además es un producto grande, lo que aumenta los costes de logística.
Aumentando la producción de Mozambique para el mercado sudafricano
Mozambique es cada vez más importante para garantizar la oferta de banana de Sudáfrica (y la de Mozambique, que requiere aproximadamente una cuarta parte de la producción).
Según un comerciante en un mercado municipal, si no fuera por las importaciones de banana mozambiqueñas, los sudafricanos pagarían por las bananas tanto como los consumidores en Europa.
Mozambique, bajo el dominio colonial portugués, solía mantener a Sudáfrica con sus bananas, pero las relaciones entre la recién independizada Mozambique y la segregada Sudáfrica no eran cercanas y en 1975 la frontera se cerró para las bananas de Mozambique. Al igual que muchos otros sectores que florecieron durante los años aislacionistas de Sudáfrica, el sector bananero en el Lowveld floreció.
Hace unos veinte años, la producción comercial de banana comenzó en el sur de Mozambique debido a su clima más favorable. La primera expansión fue debida a los agricultores sudafricanos que establecieron unidades de producción en el sur de Mozambique, en la misma latitud que sus colegas en Komatipoort, a sólo unos 100 km de distancia. El aumento de los costes de producción, como la electricidad y los salarios, ha llevado a una mayor inversión sudafricana en la producción de banana en el sur de Mozambique.
Más al interior, alrededor de Kiepersol, en la provincia de Mpumalanga, los productores bananeros están cambiando a las macadamias y aguacates, ya sea intercalando las plantaciones de bananas o quitando las bananas. Los precios de la tierra han subido junto con los ingresos de los cultivos de alto valor adecuados para esta superficie.
Preocupaciones sobre las importaciones de Sudamérica y la infraestructura del mercado municipal
Bananas ecuatorianas en un supermercado sudafricano
Un aspecto que preocupa a los productores bananeros es el de los retailers que importan banana de Ecuador, incluso cuando hay bananas locales disponibles. "Estas importaciones son ridículas, aumentan los precios en los supermercados porque los precios de importación son mucho más altos que los de las bananas en el mercado local", dice un agricultor bananero. "Obliga a los productores bananeros a cerrar sus puertas. Algunos de estos retailers no se dan cuenta de su responsabilidad ante el sector sudafricano y el impacto de sus decisiones".
Venter continúa: "Somos muy dependientes de los mercados municipales, pero con menos productores, hay menos presión sobre el mantenimiento de la infraestructura en los mercados municipales para madurar y enfriar las bananas".
Señala que las bananas se cosechan cuando todavía no están maduras en Sudamérica, para garantizar la vida útil durante las cuatro semanas de envío a través del Atlántico, por lo que tienen menos azúcares que las bananas sudafricanas que pueden permanecer en el árbol más tiempo. Las bananas producidas en el trópico son fácilmente reconocibles: suelen ser mucho más grandes que las bananas sudafricanas, producidas en condiciones subtropicales.
Mientras que algunas partes del sector son muy pesimistas sobre el pronóstico a largo plazo de la producción bananera en Sudáfrica, otras creen que, a pesar de una probable tendencia a la baja, el sector bananero local no está listo para la desaparición total.