Las ventas de melocotón, nectarina y paraguayo de Extremadura van llegando a su fin mientras la ciruela seguirá hasta finales de octubre y principios de noviembre. La falta de volúmenes ha sido la constante y los precios no han estado a un nivel que compense esta falta de oferta a pesar de la buena demanda en Europa impulsada por un cálido verano. Así lo explica Emiliano Andrade, socio de LandFruit.
“Ha sido un año nefasto para la fruta de hueso de Extremadura debido a las adversidades meteorológicas. Primero, el exceso de frío provocó una falta de cuajado, por lo que ya íbamos a tener menos fruta en los árboles. Pero luego vinieron las constantes lluvias, heladas y pedriscos que afectaron a prácticamente todas las áreas productoras de Extremadura”, cuenta el productor y exportador. Sólo las producciones de nuestros socios en Sevilla y
Huelva se han librado, obteniendo una fruta de buena calidad”, añade.
Por tanto, la empresa extremeña, pese al alto potencial de crecimiento en el que se encuentra con sus producciones, ha perdido alrededor del 50% de la fruta prevista esta temporada. “Mucha fruta ha ido directamente a la industria del procesamiento de zumos, mermeladas y compotas, al no poderse comercializar en fresco. Es un año para olvidar”.
De acuerdo con Emiliano Andrade, los precios no se han adecuado a la escasez de producto de la zona a pesar de la buena demanda. “La oferta en este sector está demasiado atomizada. Somos demasiados actores vendiendo a los mismos clientes y esto termina por distorsionar la realidad del mercado. En un año como este en el que falta fruta, los precios reflejan casi una sobre producción”.
“En estos momentos está habiendo una demanda muy fuerte de nectarina, pero no acompañan los precios. Y eso que este año la nectarina ha tenido un diferencial de precio importante respecto al melocotón debido a la caída de sus volúmenes”.
Respecto a la ciruela, uno de los principales productos de esta empresa, el mercado está activándose tras un período en el que ha estado bastante parado debido a que los comercializadores que no poseen infraestructuras de almacenamiento en frío concentraron las ventas en pocas semanas.
“Es necesario programar la campaña de ciruela alargando el calendario de comercialización. Es por eso que hemos llevado a cabo inversiones importantes en la adquisición de cámaras frigoríficas de última generación. Con buenas técnicas de producción y conservación conseguimos ciruelas de larga vida útil para exportar a todos los rincones del mundo”, afirma el empresario.
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Emiliano Andrade Rodríguez
LandFruit