La producción total de cerezas alemanas para CY2018 se estima en 61.100 toneladas. Si la estimación es correcta, la producción será 2,5 veces mayor que la del año pasado, cuando las heladas devastadoras a mediados de abril de 2017 condujeron a una baja producción de récord. También representaría un aumento del 34 por ciento en comparación con el promedio histórico de los últimos diez años (2008-2017). La producción de cereza dulce se estima en 44.300 toneladas y las cerezas ácidas en 16.800 toneladas. La producción de 2017 fue de 24.803 toneladas (16.534 toneladas de cerezas dulces y 8.267 toneladas de cerezas ácidas).
Comercio
Alemania es el tercer mayor importador de cerezas en el mundo después de China y Rusia. Según la empresa de informes del mercado alemán, Agrarmarkt Informations-Gesellschaft mbH, desde 2014 hasta 2016, se importaron entre el 54 y el 68 por ciento de las cerezas consumidas en Alemania.
En los últimos diez años, las importaciones alemanas han variado entre 45.000 y 70.000 toneladas de cerezas anualmente. La mayoría provenientes de otros estados miembros de la UE; principalmente Austria, Italia y España para las cerezas dulces y Hungría, Polonia y la República Checa para las cerezas ácidas. Los mayores proveedores no pertenecientes a la UE han sido Turquía para las cerezas dulces y Serbia para las cerezas ácidas. En 2017 y en contraste con las expectativas previas, las importaciones disminuyeron en un 1 por ciento, ya que Austria y Polonia también se vieron afectadas por las heladas y exportaron menos cerezas a Alemania. Para 2018, se espera que las importaciones disminuyan, pero no tanto como cabría esperar dada la amplia producción nacional, que ha aumentado, en parte, por el incremento del consumo de cerezas frescas debido al verano inusualmente cálido y una oferta de manzana inferior a la habitual.
Además, se informa de que Turquía tuvo una gran producción de cerezas, de la cual exportó bastante a Alemania.
Las oportunidades para las cerezas dulces de EE. UU. son mejores en cualquiera de los dos extremos de la temporada de producción nacional alemana, es decir, a finales de mayo/principios de junio y agosto/septiembre. De los dos períodos, el último es más prometedor ya que hay menos competencia de las cerezas turcas más baratas.