La situación en Turquía está experimentando un empeoramiento progresivo en lo que respecta a la devaluación de la moneda nacional y el consiguiente aumento de la inflación. Según la Oficina de Estadísticas de Ankara, los precios al consumidor en julio fueron un 15,86% más altos con respecto al año previo. ¿Cómo influye esto en los importadores y comercializadores de la región de habla alemana? Tres empresas importadoras de Alemania y Austria comentan la situación actual.
Precios estables para las frutas y hortalizas
La posición de la lira frente al euro no ha sido tan débil en los últimos años como lo es ahora, según un importador de especialidades turcas con sede en el Frischezentrum de Fráncfort. "Resulta interesante que no estemos viendo diferencias importantes de precio en los productos turcos. Por el contrario, la semana pasada comercializamos principalmente hortalizas turcas a precios iguales o superiores".
Según el especialista, los mayoristas con una fuerte clientela turca ahora no tienen posibilidad de obtener sus productos de países alternativos. "El comercio minorista turco y los proveedores de la restauración son parte integral del comercio frutícola de Alemania hoy en día, y para algunos productos del surtido turco no existe una alternativa real, como sí la hay para productos de temporada alemanes, holandeses y españoles".
En cuanto a la próxima temporada de cítricos turcos, la devaluación de la lira no supondrá ninguna diferencia, según el mayorista de Fráncfort. "Suponemos que la sobreoferta hará perder dinero a los proveedores y productores, sobre todo en el sector frutícola turco, donde siempre hay exceso de oferta. Por eso muchos productos se tienen que ofrecer a precios de coste bajos, pero esta situación es independiente de la erosión de los precios".
La excepcional situación de la lira se deja notar también en el mercado mayorista austriaco. Los productos que se compran en Turquía se están encareciendo relativamente, porque se compran los productos con euros y dólares. Al mismo tiempo, toda la producción está aumentando a ritmo constante y ahora se empieza a notar en el comercio", indica un gran importador vienés. "Por supuesto, el precio del envasado también está subiendo gradualmente porque los precios están desequilibrados. Aunque ahora estamos importando cantidades reducidas, si se sigue así al final será un problema. Esperamos que la situación se estabilice temporalmente, pero para lo que queda de temporada, creo que la lira seguirá cayendo".
Dificultad para cubrir los costes
Un portavoz de una empresa importadora del mercado mayorista de Múnich explica que, personalmente, no está notando la caída de la lira. La empresa solo tiene contratos en euros y solo importa higos turcos. "Solo nos damos cuenta de que hay más higos este año y de que los precios son muy bajos". No obstante, la temporada no ha hecho más que empezar, por lo que espera un descenso de los precios aún mayor. Para los exportadores turcos, la situación es muy mala, según el experto: "Aunque ingresan algunas cantidades en euros, tienen un problema enorme para cubrir los costes".
En general, los comerciantes de frutas y hortalizas turcas en Alemania no parecen muy afectados por la caída de la moneda, pero hay motivos para preocuparse por el futuro.