España se encuentra en plena recolección de cebolla en estos momentos, principalmente en las zonas de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Murcia. Aunque todavía queda mucha cebolla por cosechar, todo apunta a que habrá un ligero descenso de los volúmenes de producción respecto a la campaña pasada, debido principalmente, a la afectación por las abundantes tormentas acompañadas con pedriscos en algunas ocasiones.
“Las abundantes lluvias de principios de septiembre han hecho que se ralenticen las tareas de cosecha. No obstante, en general la cebolla presenta una buena calidad este año, sobretodo la producción de aquellas plantaciones que se han librado de los pedriscos”, comenta Alfonso Tarazona, presidente de la Asociación de Cosecheros y Exportadores de Cebolla (ACEC).
Respecto a los calibres, España podría aprovechar este año la significativa merma de calibres grandes en el resto de Europa, sobre todo en los Países Bajos, debido al prolongado periodo de sequía. “Generalmente, la cosecha española viene con calibres comerciales. Hay que destacar que en Ciudad Real, en Castilla-La Mancha, -la principal zona productora en España-, hay una importante disponibilidad de calibres grandes, gracias a que se ha decidido apostar más por trasplantar las cebolla, en lugar plantar semillas. Notamos que la demanda de cebollas de calibres grandes está aumentando cada día”, indica Alfonso Tarazona.
De momento, los precios de la cebolla en campo oscilan entre los 0,18 y 0,20 euros el kilo, aunque los precios de venta al mercado rondan los 0,28 euros kilo, dejando los márgenes bastante ajustados para los comercializadores. “De momento los precios son un poco ajustados porque hay suficiente disponibilidad de oferta, pero es muy probable que estos vayan subiendo cuando termine la cosecha a mediados de octubre”.