Con la cosecha de mandarinas españolas ya iniciada, se presenta una campaña totalmente distinta a la anterior por lo que respecta a la producción, con desafíos como la competencia cada vez más seria de Egipto y con oportunidades como el mercado chino. Así lo contaron a FreshPlaza en su visita a las instalaciones de Frutas Tono en Benifairó de la Valldigna (Valencia). La empresa valenciana alcanzó las 140.000 toneladas de cítricos comercializados en la anterior campaña 17/18, correspondiendo un 60% a naranjas y un 40% a clementinas.
“Teniendo en cuenta el aumento de producción que vamos a tener para esta campaña y que desde los diferentes estamentos del sector se sitúa entre un 15% y un 20 % por encima de la cosecha del año pasado, podemos ya hablar de un calibre inferior al de la campaña anterior para las variedades más precoces como Clemenrubí, Esbal, Marisol, Oronules…etc. También es cierto que las últimas lluvias favorecerán el tamaño de la fruta, pero para recolecciones de más adelante, en la segunda campaña”, explica Juan Bautista Juan, Export Manager de Frutas Tono.
El mercado nacional es el más importante para esta empresa valenciana, donde trabajan con varias cadenas de distribución todo el año, mientras que a nivel europeo, Francia y Alemania son los países a los que mayores volúmenes de producción envían. Los países del Este, báltico e Italia ocupan también un lugar importante, cada uno de ellos con variedades, confecciones y calibres muy característicos.
Para poder suministrar cítricos durante todo el año a sus clientes, Frutas Tono importa principalmente naranjas de Sudáfrica, que suponen el 6 % de la producción total de cítricos que manejan, y en menor medida Argentina.
“Por mucho que intentamos alargar la campaña nacional, es evidente que durante 6 a 8 semanas hemos de recurrir a la importación hasta el inicio de nuestra Navelina. La importación es necesaria para trabajar con cadenas que venden naranjas todo el año y si no lo hacemos nosotros, lo harán los importadores que ya ofrecen el producto de importación a nuestros clientes. Lo importante es que la fruta de importación pase todos los controles fitosanitarios en origen y en destino y que todos los puertos comunitarios apliquen los mismos criterios”, indica Juan Bautista.
“Dejarse llevar solo porque China paga bien es una apuesta muy arriesgada”
“Creemos en un crecimiento sostenible y con producto de alta calidad para el mercado chino, no creemos en un crecimiento sin planificación motivado por buenos precios porque ello conlleva exportaciones descontroladas que no se adecuan a la demanda”, manifiesta el productor y exportador.
“La campaña 2017/2018 comenzó con envíos de naranja Navelina en diciembre y Lane Late a principios de enero a precios desorbitados que no absorbía el mercado chino porque tenían una producción importante de calidad y económicamente más interesante que lo que ofrecía la importación, de ahí la falta de planificación que comentamos. Creemos que el hueco para nosotros se encuentra entre marzo y junio, con variedades de naranja como Midkinght y Navel Powel, y, de pendiendo de lo que haga Sudáfrica, podrían enviarse Valencias”.
“No todos están preparados para entrar en ese mercado y en muchos casos es el intermediario chino quien desconoce el producto con profundidad y quien se preocupa más por su beneficio en la mediación que por asegurar una operación satisfactoria a todas las partes. Es necesario contar con buenos profesionales que conozcan el mercado y clientes con los que crecer, a los que asesorar e ir de la mano".
"Nosotros conocemos el producto y ellos las necesidades del mercado, el problema es que la reacción ante los vaivenes del mercado tardan 5 semanas en notarse, de ahí la importancia de prever las necesidades del mercado con la antelación suficiente para no comprometer los envíos que ya están en el agua. Dejarse llevar solo porque es un mercado que paga bien es una apuesta muy arriesgada y como prueba está la pasada campaña, en la que hubo muchos problemas de diferente índole que arrastraron las ventas a la baja, hasta muy avanzada la campaña”.
Egipto va ganando metros al desierto y agranda su competencia
Es un hecho que la producción de cítricos en Egipto va en aumento cada año y que su competencia se vuelve cada vez más agresiva para los exportadores españoles en cada vez más mercados. “En Egipto se plantan grandes fincas porque tiene terreno y agua para cubrir dicha expansión, y lo que es muy importante, poseen mano de obra barata, además de que la tecnología en los almacenes la importan de Europa. Por tanto, ya no es una amenaza sino una realidad, y la apuesta del gobierno egipcio pasa por ganar metros al desierto con el proyecto Toshka, que implicará crear unas 630 hectáreas de desierto en regadío para frutales y cítricos, por capacidad de riego, dado que esos nuevos cultivos van a crecer a la vera del Nilo”, señala el exportador.
De acuerdo con Juan Bautista, es importante que se tenga en cuenta el aspecto de plagas para que no se importen las que existen en Egipto y que aún no existen en España. “Además, también cabe recordar la devaluación que ha sufrido la moneda egipcia, lo cual ha estimulado más, si cabe, sus exportaciones. Unos de los aspectos que más juega en nuestra contra son los costes laborales, lo que nos hace menos competitivos respecto a la producción egipcia. Hay que plantear un riguroso control de residuos a las importaciones egipcias de la misma manera que se nos aplica en la UE a los productos comunitarios”.
Para más información:
Juan Bautista Juan Gimeno
Frutas Tono S.L.
C/ Camí Pinar s/n.
46791 .Benifairó de la Valldigna (Valencia)
T:+ 34 96 281 03 26
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