Existe un interés global en convertir nuestro mundo en un lugar más sostenible, no solo para quienes viven actualmente en la Tierra, sino especialmente también para las generaciones futuras.
Además de unas mejores prácticas medioambientales, el respeto por la democracia, los derechos humanos y la libertad, entre otros, un elemento clave de esta visión sostenible compartida por unanimidad por las sociedades más libres es el precio de los bienes que compramos y los salarios de quienes trabajan en la producción de estos bienes.
A este respecto, nos ha llegado la noticia de que uno de los mayores retailers de Alemania, Aldi, tiene prevista una significativa reducción del precio de la caja de banano en 2019 que tendrá graves consecuencias sobre el productor.
Inevitablemente, esto impide a los productores poder aumentar el precio y, a su vez, trasladar parte de ese aumento a los trabajadores, para así reducir la brecha entre los salarios dignos y los salarios mínimos, además de que no permite compensar el incremento de los costes de producción, pues el combustible, el fertilizante y el cartón (por nombrar algunos) se han encarecido a ritmo constante en los últimos cuatro años.
El reciente anuncio de Aldi es importante porque otros retailers de Europa y Estados Unidos podrían sumarse y continuar con esta carrera hasta dejar por los suelos los precios de los bananos.
Como deja claro el documento "Las cadenas de valor del banano en Europa y las consecuencias de las prácticas comerciales desleales" escrito por BASIC en 2015:
"Hasta el 90% de las frutas y hortalizas frescas se venden a través de retailers modernos en Europa. Los bananos son un producto de consumo clave para establecer la imagen de precio de los retailers y atraer a los consumidores, lo que genera una feroz competencia entre los retailers. Como resultado, el precio medio al consumo de los bananos en Europa, la principal fruta fresca importada de fuera de sus fronteras, es un 25% más bajo que el de las manzanas, la fruta local más consumida.
Este descenso de los precios de importación se ha trasladado a los principales países proveedores de la UE, donde el valor en origen ha caído entre un 20 y un 50% en términos reales. Vivimos un momento de incrementos significativos de los costes de producción y los costes de la vida. Los insumos se han encarecido hasta un 130%, mientras que muchos productores incurren en elevados costes de cumplimiento con las normas de calidad, sanidad y medioambiente de los bananos destinados al mercado europeo. Para los trabajadores y agricultores del sector, el coste de los alimentos, la salud, la educación y otros elementos de subsistencia se han disparado desde 2001; en la República Dominicana, por ejemplo, la subida ha sido del 278%".
El Foro Mundial Bananero trabaja desde hace muchos años en la organización del sector en un esfuerzo por tener un mejor control de la cadena de valor inherente; el precio de la caja es su piedra angular. Mejorar los salarios de los trabajadores ha sido uno de los temas prioritarios del FMB en la última década. La siguiente declaración, publicada en la página web del FMB, refuerza esta misma idea:
"El banano es la fruta fresca más exportada del mundo y constituye una fuente de ingresos esencial para miles de familias rurales en países en desarrollo. Sin embargo, la producción intensiva a gran escala con agroquímicos, junto con la disminución de precios para los productores, ha dado lugar a muchos desafíos sociales y ambientales. Estos solo pueden ser afrontados si todos los grupos de interés colaboran activamente".
Los bananeros independientes de Guatemala, a través de su asociación APIB, se muestran muy preocupados por la posibilidad de que la reducción de precio descrita al inicio de esta carta. Hacemos una llamada a la acción y retamos a los retailers a no reducir el precio de la caja de banano, sino a incrementarlo en 1 dólar para contribuir a que un futuro mejor sea posible para los trabajadores de nuestro sector. Este gesto sería coherente con la sostenibilidad y el aumento de la credibilidad ante los consumidores.
El mundo necesita cambios urgentes para romper con los viejos paradigmas, como los precios bajos de los bananos. Guatemala es uno de los mayores exportadores de bananos del mundo y más de 200.000 familias de zonas rurales dependen de este sector, concluye la carta de APIB, firmada por su presidente, Roberto García Botrán.