Los últimos datos sobre el cambio climático revelan que este otoño está siendo el más cálido de los últimos cien años. Se trata de una situación insólita que se lo está poniendo muy difícil a la campaña citrícola en el golfo de Tarento, la tierra de la clementina IGP. Las temperaturas actuales están complicando que la fruta alcance la coloración adecuada.
El gerente de producción de Maraglino Agrumi, Gianni Maraglino, explica: "Es una situación anómala. El año pasado por estas fechas ya estábamos cosechando y confeccionando. Parece que esta campaña no va a empezar con buen pie".
Si bien la cantidad y la calidad están garantizadas, el mal tiempo está afectando no solo a la coloración de la fruta, sino también a la demanda del mercado.
"Probablemente, el mercado se verá inundado de producto en los diez primeros días de diciembre. Esa cantidad debería comercializarse ahora. Como consecuencia, el precio será inevitablemente más bajo. En la actualidad ronda los 40 céntimos por kilo".
La caída de precio está causada también por las grandes cantidades procedentes del extranjero (España y Turquía), que, sin duda, no ayudarán a los productores italianos.
"La cosecha de la clementina Fedele se ha retrasado una semana como mínimo. Otras variedades también están experimentando retrasos cuando ya se tendrían que haber acabado de cosechar.
Según Maraglino, "la situación es algo más positiva para las naranjas tempranas. No hay problemas para la variedad Navel, por ejemplo".
Sin embargo, se prevé una mejora de la situación. De hecho, la semana que viene se espera que las temperaturas desciendan 10 grados con respecto a los últimos días.