En comparación con la producción de la temporada pasada, la producción de naranja esperada esta temporada es muy diferente tanto en Florida como en Brasil.
Florida crece
El pronóstico de noviembre del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos para la cosecha de naranja de Florida 2018–19 ,es de 77 millones de cajas, un 71 por ciento más que los 45 millones de cajas de la temporada pasada. De estos 77 millones de cajas de naranjas, 32 millones son variedades que no son Valencia, mientras que 45 millones son Valencia.
Las condiciones climáticas positivas, que incluyen un verano cálido y húmedo y sin huracanes, y una buena maduración, ayudaron a esta recuperación. Aunque todavía hay algunos riesgos, la situación es mucho mejor que la de la temporada pasada.
Esta recuperación es muy importante para optimizar la capacidad de la cadena de zumo de naranja (desde los insumos de la producción hasta el procesamiento y la gestión). Ser más eficientes y producir más zumo no concentrado ayudará a evitar mayores aumentos de precios que dañen el consumo.
Brasil disminuye
En Brasil, la segunda estimación de la temporada de cítricos de Fundecitrus presentó una reducción del tamaño de la cosecha de naranja 2018–19 en un 5,2 por ciento. Ahora se ubica en 273,3 millones de cajas con el 34 por ciento de la cosecha realizada. A diferencia de los Estados Unidos, el clima de Brasil no fue tan favorable, pues el invierno fue muy seco y perjudicó a las fincas. Desde la primera estimación, ya hemos perdido aproximadamente 15 millones de cajas.
Debido a un 2017 muy húmedo, la incidencia del citrus greening en Brasil ha aumentado un 8 por ciento. La enfermedad ahora llega a 35 millones de los 175,27 millones de árboles del Citrus Belt. La tasa de infección en Brasil es del 18 por ciento.
La superficie de cítricos ha disminuido de 430.000 a 400.000 hectáreas desde 2015, y el número de fincas ha disminuido de aproximadamente 7.600 a 5.900.
La utilización de más tecnología y riego (30 por ciento) aumentan los rendimientos (762 cajas / hectárea para 2018–19, en comparación con 550 cajas / hectárea en 2000). Sin embargo, estas ganancias vienen con costes de producción mucho más altos. Los cambios estructurales en Brasil han sido motivados por los buenos precios de los últimos años.