No cabe duda de que la sostenibilidad se ha vuelto cada vez más importante para los consumidores de todo el mundo. En el negocio de la importación y exportación de frutas y hortalizas frescas, la relevancia de esta tendencia es innegable. Jørgen Nielsen, de la empresa danesa Northern Greens, dice que, debido al deseo de una mayor sostenibilidad, los consumidores han estado demandando más productos de proximidad.
"Sin lugar a dudas, ha aumentado la demanda de productos de proximidad por ese deseo de reducir las emisiones de dióxido de carbono. Para empresas de exportación e importación como la nuestra, poner el foco en la producción nacional mejorará las ventas en el futuro. En Europa, la cantidad de productos de cultivo local no hará más que crecer", dice Nielsen.
Los avances tecnológicos abren el camino hacia el incremento de la cantidad de productos de proximidad. Nielsen habla de cómo la tecnología ha cambiado la manera de cultivar zanahorias en Dinamarca: "La tecnología en los campos ha mejorado y, por tanto, las zanahorias se pueden cultivar localmente casi todo el año. Se trata de una ventaja para los exportadores porque tienen más producto para exportar, pero para los importadores es una desventaja porque su temporada se acorta".
No obstante, el uso de estas tecnologías no siempre incrementa la sostenibilidad . "Cuando los productos que antes se importaban ahora se cultivan en invernaderos, hablamos de 'cultivo local' y la gente cree que esto es mejor para el medioambiente. Es problemático, porque cuando los productos se cultivan en invernaderos, no es lógico hablar de sostenibilidad. La energía necesaria para hacer funcionar los invernaderos, calentarlos, iluminarlos, etcétera, es un problema", explica Nielsen.
"Los productos cultivados en esos invernaderos se pueden producir con mucha menos energía en otros países donde el clima es el adecuado. Si calculáramos realmente las emisiones de dióxido de carbono derivadas de transportar el producto por todo el mundo y las comparáramos con las emitidas por los productores locales que utilizan tecnologías avanzadas para cultivar, seguramente descubriríamos que la diferencia no es tan grande".
El envasado del producto es otra vía que se suele analizar cuando se habla de sostenibilidad. "Existe una presión ejercida por el consumidor, el retailer e incluso el Gobierno para cambiar los envases por otros más sostenibles. Para ello, las empresas pueden encontrar alternativas o trabajar con programas de reciclaje que hagan más sostenibles los materiales. Creo que solo hemos visto el principio del viaje hacia la reducción del plástico, y que esto seguirá siendo un reto con el que lidiarán muchas empresas en el futuro", opina Nielsen.
El embalaje es importante para los consumidores, pero no solo porque quieren que los envases sean más sostenibles. "Nosotros ajustamos el envase al tamaño que quieren los clientes, lo que nos permite introducirnos en la nueva tendencia de la cultura del snack. Desde un punto de vista de marketing, el envase tiene mucho poder, pues el envase adecuado puede conseguir que los clientes compren y utilicen productos que normalmente no utilizarían, puede inspirarlos a consumir snacks de una manera nueva. Eso es lo que estamos intentando hacer con nuestras varias líneas de snack", explica Nielsen.
Si bien el concepto de snack no es nuevo, la popularidad de hortalizas o frutas preenvasadas para que sean fáciles de transportar y de consumir como tentempié es algo que ha estado creciendo recientemente. La empresa trabaja en una nueva línea de snacks que pondrá en práctica estos conceptos.
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Jørgen Nielsen
Northern Greens
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